El detalle de estos aumentos dice que en Rosario los precios minoristas subieron 16,7% en un año, y que los aumentos en alimentos y bebidas fueron de casi el 22 por ciento: un golpe mortal para la frágil economía de las familias más pobres. Un ejemplo sirve para estimar mejor este impacto; mientras que para el INDEC una familia con dos niños necesita 1.032 pesos por mes para estar a salvo de la pobreza, ese monto sube a 1.702 pesos según una canasta alternativa construida por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA en base a datos de la fundación FIEL y los institutos provinciales de estadística de Mendoza, Entre Ríos, San Luis, Mendoza, Salta y Córdoba.
Otros cálculos conocidos en estos días confirmaron el tremendo impacto de la inflación sobre los bolsillos de los más pobres. La consultora SEL, que dirige Ernesto Kritz, estimó que las familias que accedieron a la asignación por hijo que brinda el Estado vieron
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