Lo cierto y triste realidad es que en Ramón Santo no existen los controles, el sistema tecnológico que prometió Cacho Pardo junto a Yamasare, nunca apreció y el gobierno provincial continúan haciéndose los otarios y mirando para el costado creyendo que con un par de chalecos antibala un auto y dos handy es suficiente para combatir el delito.
¿Tenemos que entender que al gobierno provincial, como municipal no les importa la gente de Santa Cruz? ¿Tenemos que entender que están tan embobados en sus propios negocios que los pilares fundamentales de un sistema como: salud, educación y seguridad no están en sus proyectos?
Como decía Tato Bores en sus discursos políticos: “La culpa la tiene el otro…” o sea nostros quienes elegimos.
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