La inseguridad nuestra de todos los días
Vecinos de varios barrios de la ciudad alertan sobre la creciente inseguridad que se registra a diario. Existen zonas a las que se debe pagar peaje para ingresar y ya no son los conocidos “rateros” los dueños de los ajeno, hoy son casas desvalijadas, asaltos en plena vía publica. “Encerrarse ya no es la solución” sostienen. “La falta de controles policiales y alumbrado público” ayudan a que se propague el problema.
El ser humano convive permanentemente con la
incertidumbre,
dicen que todo intento de fingir seguridad es un engaño, que no tiene sentido
pelear por hacernos la vida más segura. Quizás tengan razón…
En los últimos años un fenómeno delictivo se ha
incrementado. Tal vez era poco imaginable pensar que el delito de extorsión
fuera impactar de manera general a la población. Por mucho tiempo se le observó
como un delito al margen de la inseguridad, sólo como una conducta más con la
que había que lidiar en algunos casos. Pero ahora el panorama es otro.
La sociedad se ve inmersa en una criminalidad que
aprovecha los miedos y temores cotidianos. Hay que destacar que tales miedos y
temores se construyen en una sociedad frívola e individualista. La movilidad
social y los nuevos esquemas de organización social han permitido de alguna
manera que el fenómeno se recrudezca.
Octavio Paz manifestaba que la sociedad es un
lenguaje, en la cual encontrábamos formas verbales y no verbales, simplemente un
mundo de imágenes, esas imágenes representan ideas, conceptos, en total
creencias sociales. Y si ahora miramos a nuestro alrededor qué vemos, qué se
percibe, qué se construye.
Los teóricos de la llamada sociedad del riesgo
suponen que al existir mayores opciones también existen mayores riesgos. Y por
supuesto tenemos una sociedad con grandes éxitos en el ramo de la tecnología, de
la comunicación, de la información, pero paradójicamente a lado de eso tenemos
mayor miedo.
También vale la interrogante de hasta donde este
delito existe, o mejor dicho en dónde existe. Por desgracia el fenómeno de la
extorsión no es exclusivo del crimen organizado, es un método que se ha
extendido con el tiempo en varios niveles y estructuras sociales. El problema no
radica en la conducta, sino en el campo fértil que motiva a llevarlo a
acabo.
La globalización permite la confianza y la
desconfianza en masa. Y actualmente la desconfianza invade nuestra relaciones
macrosociales. La desconfianza hacia el otro, el temor de lo desconocido, el
temor de que una amenaza sea real, aunque no lo sea. Hemos desechado la
solidaridad por ser equívoca a un modelo mundial.
Pero la consecuencia de todo esto no queda en el
miedo y el temor, la sensación de vulnerabilidad provoca conductas riesgosas.
Los individuos víctimas o el hecho de la posibilidad de serlo generan
comportamientos dispuestos a enfrentar la violencia con violencia. La
posibilidad de una sociedad equilibrada se distancia, se pierde en un velo de
incertidumbre, modificando el paisaje urbano y las relaciones sociales.
Entonces la fórmula se establece: miedo, temor,
desconfianza igual a incertidumbre, e incertidumbre igual a violencia. Los
resultados: violencia y crimen los paradigmas de nuestra era, los defectos de
nuestros tiempos.
POR TODO ESTO Y MAS, INVITAMOS A LA MARCHA QE SE REALIZARÁ EL JUEVES 7 A LAS 19 HS DESDE SANTA FE Y CALLAO HACIA LA PLAZA DE MAYO
POR MAS Y MEJOR SEGURIDAD!
No hay comentarios:
Publicar un comentario