No puedo dejar de sustraerme al revuelo mediático que se ha generado sobre
la seguridad, por lo tanto decidí interrumpir la continuidad de los artículos
sobre la desigualdad para decir algo sobre este tema, aunque como veremos no
abandonaremos del todo el tema de la desigualdad.
“Nada mas parecido a un
fascista, que un burgués asustado”, creo que esta frase resume bastante el ruido
mediático iniciado por famosos, divulgado por los medios y asumido por los
idiotas de siempre, que se resisten a pensar por cuenta propia y repiten como
loros las consignas mediáticas. En primer lugar nadie reflexiona sobre lo que
mucha gente entiende por inseguridad, y es sencillamente: el miedo de ser
victima de un delito. Pero eso no es “La Inseguridad” hay muchas inseguridades,
no solo se puede ser victima de un delito, se puede ser victima también de un
accidente de tránsito, de requerir auxilio médico de emergencia, de no tener
comida, de no poder acceder a la cura de una enfermedad, de enfermarnos por las
condiciones ambientales en que vivimos, ser victima de violencia doméstica, de
que nos discriminen, de quedarnos sin trabajo, y muchísimos miedos mas, que en
su conjunto definen la inseguridad en toda su dimensión.
En realidad,
este movimiento mediático reclama en función del miedo al delito, o mejor dicho
al miedo de ser victima de un delito. Susana Gimenez y otros famosos reclamaron
cuando las victimas del delito fueron cercanas a ellos, o mejor dicho, al tomar
conciencia de que ellos también podían ser victimas de un delito, y tuvieron
miedo, y reaccionaron en función de ese miedo. Los que antes reclamaron que el
estado no interviniera en la vida de la sociedad, que fuera un estado mínimo,
“moderno”, o en realidad ausente, ahora reclaman la presencia de estado. Cuando
el estado regulaba, quisieron que el estado no interviniera, que no interfiriera
en las actividades privadas de la sociedad, pero ahora cuando esa ausencia
generó las condiciones que propiciaron el aumento de la delincuencia, piden que
el estado se haga cargo. En resumen, se portan como la gata Flora.
Pero
analicemos el problema de la inseguridad, sin detenernos en distracciones
mediáticas, que apartarán nuestro análisis de la cuestión principal, ¿Por qué
aumenta la delincuencia?, para lo cual debemos en primer lugar, dejar bien en
claro que la delincuencia en un síntoma y no la causa. En realidad la
inseguridad ha surgido a consecuencia del abandono del rol del estado como
garante de las condiciones mínimas de dignidad de vida de los habitantes del
país. Dicho en palabras más sencillas, el estado tiene que garantizar educación,
salud, oportunidades de trabajo, un ambiente no contaminado, prevenir la
delincuencia, asistir en catástrofes, la administración de justicia, en
accidentes, etc. Cuando el estado está ausente no hay garantía para los
habitantes del país de estos derechos y surge allí la
inseguridad.
Establecido, que es la inseguridad, la principal causa de
ella es la ausencia del estado como garante de los derechos de las personas.
Algunos derechos, al suprimirse, generan distintos problemas, la delincuencia se
genera cuando hay una decisión personal de infringir la ley, es delito el robo,
pero también lo es la estafa, la usura, el abuso, la discriminación, pero los
medios reclamen por los delitos, como si solo existiera el robo, el robo a mano
armada, el robo con violencia, el secuestro, los robos seguidos de asesinatos y
otras formas violentas de delitos contra la propiedad. Si un banco se queda con
los ahorros de sus clientes, no se produce el mismo revuelo. Cuando se estafan
jubilados, quedando se con sus magros ingresos nadie reclama la pena de muerte.
Cuando se muere un chico por hambre, por falta de medicamentos, por condiciones
de ambientales, por violencia familiar, nadie sale en los medios a organizar
marchas pidiendo seguridad. Todo es seguridad, solo que los que más tienen, mas
miedo tienen de perderlo y mas protestan para reclamar por su derecho.
El
otro ingrediente de la delincuencia, es la violencia, que no se origina por la
droga, la droga nuevamente es un síntoma y no una causa, un drogadicto rico no
roba y drogadicto pobre debe recurrir al delito para proveerse de droga. La
violencia esta demostrado que proviene de las extremas diferencias sociales, ya
que la victima tiene y vive con las condiciones a las que el delincuente nunca
tendrá acceso, a mayores diferencias sociales mayor violencia en los hechos
delictivos. La droga y la violencia se generan por falta de asistencia social en
hogares marginados, en familias disfuncionales, en falta de contención para
jóvenes en riesgo social. En síntesis por la ausencia del estado, que no provee
medios a la policía, a los trabajadores sociales, a las instituciones de bien
público, a los organismos judiciales, a las instituciones de encausados, a la
minoridad pública, es la verdadera causa y no la no imputabilidad de los
jóvenes, la droga, las distintas corrupciones policiales, carcelarias o
judiciales o la pobreza. La ausencia del estado generó EXCLUSIÖN, que es otra
causa, de menor importancia, en los niveles de violencia y de
adicciones.
Establecida la causa principal del delito como la ausencia
del estado, esta misma causa afecta la producción de accidentes automovilísticos
por falta de infraestructura vial, la deficiente atención de accidentes, la
pobre cobertura de catástrofes, la falta de control sobre el medio ambiente, la
mala educación, la falta de cobertura de la salud pública, y otras tantas
inseguridades por las que nadie reclama. Los que se quejan viven en barrios
donde no llega la contaminación, tienen sistemas de emergencias médicas
privados, salud privada, educación privada, pero al convivir con el resto de la
sociedad piden que el estado los proteja, cuando en realidad el estado ha dejado
de proteger a toda la sociedad, y sus administradores de turno solo se dedican a
aumentar sus ingresos o su cuota de poder sin hacer caso a las necesidades de la
población, entre quienes están aquellos que se creían, que cuando pedían un
estado que no interfiriera en sus negocios, estaban firmando su propia condena a
la inseguridad.