Todos ellos son inoperantes, apenas si llegan después del crimen para comentar lo malo que es eso, como si no lo supiéramos.
Hay que parar esto ya, estimado lector. Me quieras o me odies, no importa. Hacé algo para cuidar la vida de tu familia. En paz; dentro de la ley. Pero nosotros juntos. Proponé ideas y extendelas por este medio.
Formemos redes solidarias con teléfonos, alarmas y otra tecnología que nos conecte rápidamente con la policía. Comprometamos al comisario de cada seccional que sea responsable, juntémonos, muchos, muchísimos en cada barrio y hablemos tranquilos, que nos vean unidos, a todos.
Dejemos de lado alguna recreación merecida y dediquemos ese tiempo a concentrar vecinos, amigos, ciudadanos con ideas. Releguemos la crispación para los políticos. Que se peleen entre ellos. Contemos hasta diez, aspiremos aire y con mucha paciencia comencemos, al menos, a hablar de la inseguridad entre muchos, muchísimos.
Es el principio de algo
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