Una pelea en la que todos pierden
Frente a esta preocupación, la percepción de la opinión pública es que este flagelo, que ya se considera de índole nacional y en menor medida provincial y municipal, no ha formado ni forma parte de la agenda del gobierno nacional. De hecho, el Gobierno ha evitado referirse a el. Tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández eludieron en sus mandatos la palabra inseguridad, con excepción de dos momentos: el multitudinario reclamo que enfrentó Kirchner tras el asesinato de Axel Blumberg y Cristina Fernández, ante la toma del parque Indoamericano, con un saldo de tres muertes y la consecuente creación del ministerio de Seguridad comandado por Nilda Garré.
Sin embargo, en el último tiempo, la discusión sobre la responsabilidad frente al delito ha generado enfrentamientos políticos, fundamentalmente entre el gobierno nacional con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli y con el jefe del Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri. Frente a esas peleas la sociedad reacciona con rechazo y todos pierden: la sensación es que la puja política no deja espacio para que alguien se haga cargo del problema y lo resuelva. En este sentido, la impresión de la opinión pública es que tampoco la oposición ha enfrentado seriamente el problema salvo raras excepciones: Francisco de Narváez, como parte de una búsqueda de posicionamiento, o intendentes como Sergio Massa, que han tomado la cuestión como eje de gestión.
Hoy nuevamente, episodios como la salida de presos de las cárceles, defendido desde el Gobierno como método de reinserción, retoma la discusión entre mano dura y garantismo que aparece cada vez que un hecho nos conmueve. Evidentemente no fuimos capaces de reconocer la dimensión del problema y construir políticas de Estado para plantearse, desde una actitud diferente, un principio de solución..
Por Mariel Fornoni
No hay comentarios:
Publicar un comentario