A PLATA.- Acuciados por los reclamos vecinales de seguridad que cada vez con 
mayor frecuencia golpean las puertas de las intendencias, los jefes comunales 
del Gran Buenos Aires pretenden limitar el proceder de la policía bonaerense en 
sus distritos y piden crear nuevas fuerzas bajo control municipal para combatir 
el delito.
La actual policía bonaerense es una estructura de 57.000 hombres con un 
presupuesto de 10.000 millones de pesos, que se encuentra, según algunos de sus 
críticos, en una situación "complicada, casi desesperante".
Los agentes y los recursos no alcanzan: unos 5000 agentes recorren por turno 
el conurbano, donde viven 10 millones de personas. Cada comuna dispone de menos 
de 500 uniformados y 50 patrulleros, algunos sin blindar. "Queremos sumar 
responsabilidades. Es importante tener el control del territorio a través de las 
policías comunales", dijo a LA NACION el intendente de Tigre, Sergio Massa, uno 
de los impulsores del proyecto. Los jefes comunales, que invierten en cuidadores 
civiles, móviles y cámaras de seguridad buscan que se les delegue poder y 
recursos financieros para diseñar y conducir sus propias policías.
Las fuerzas comunales ya existen en 63 distritos de menos de 70.000 
habitantes que adhirieron a la ley 13.482. Los jefes de estas policías dependen 
funcionalmente del intendente de cada distrito, pero responden a las directivas 
e instrucciones del ministerio de Justicia y Seguridad conducido por Ricardo 
Casal.
El Poder Ejecutivo propuso a la Legislatura crear una Policía de Prevención 
para los municipios de más de 70.000 habitantes. En este esquema los municipios 
tendrán autonomía administrativa y financiera "sin perjuicio de la coordinación 
y el control establecido por el Ministerio de Justicia y Seguridad de la 
provincia".
En concreto: se les dará a los municipios "una cantidad mínima de integrantes 
de policía de prevención". Estos dependerán en sus remuneraciones del Ministerio 
de Justicia y Seguridad.
Los intendentes del Gran Buenos Aires van por más. Buscan dirigir una policía 
armada. Están dispuestos a invertir en patrulleros, nafta y cámaras de 
seguridad. Pero también quieren conducir y controlar el personal policial, para 
que el mando no sea bicéfalo.
El intendente de San Martín, Gabriel Katopodis (Frente para la Victoria), 
dijo a LA NACION: "Nosotros queremos un nuevo paradigma de seguridad para la 
provincia de Buenos Aires. Esto es poner en debate el hasta ahora modelo de 
60.000 policías conducidos desde La Plata".
En el distrito de San Martín se desempeñan actualmente 470 efectivos de la 
policía provincial y 92 agentes municipales de protección ciudadana. Hay 42 
móviles del Ministerio de Seguridad y otros 32 móviles de la comuna.
El jefe comunal del distrito agregó: "Queremos crear una fuerza propia para 
las tareas de prevención, bien equipada bajo la dirección civil de cada 
intendente. En este nuevo paradigma de seguridad necesitamos las herramientas 
jurídicas y presupuestarias para una policía local que trabaje en la seguridad 
de cada una de las ciudades".
En este esquema Katopodis también añadió: "La responsabilidad primaria 
seguirá en la policía de la provincia de Buenos Aires".
El intendente de Tigre, Sergio Massa, reclama un nuevo modelo aún más radical 
y descentralizado. "Es importante tener en el territorio el control que es de la 
policía bonaerense a través de las policías comunales", dijo.
"Queremos sumar responsabilidades", aseguró el jefe comunal de Tigre. En ese 
distrito Massa sumó 32 móviles y 800 cámaras de seguridad a los 400 efectivos de 
la policía provincial asignados por el Ministerio de Seguridad. El intendente 
Massa está dispuesto a asumir el costo político: "Antes, hay que dejar en claro 
el traspaso de los recursos. La discrecionalidad política entre el poder central 
y los intendentes puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de los 
ciudadanos".
En el mismo sentido opinó también el intendente de Avellaneda, Jorge 
Ferraresi: "Tenemos que lograr un acuerdo político para la creación de una nueva 
fuerza en los municipios, para que no sea la continuidad de la actual policía 
bonaerense", expresó.
El intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, por su parte, opinó 
sobre la cuestión: "Los intendentes debemos hacernos cargo de la problemática de 
la inseguridad en cada distrito. Si creamos nuestra propia policía, será el 
principio de una solución para que los vecinos vivan mejor".
En tanto, el intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, dijo a LA NACION: 
"La gente golpea las puertas de nuestros municipios para que nos hagamos cargo 
de la seguridad".
"En nuestro caso, la Policía Municipal de Prevención es una aspiración que 
tenemos desde hace mucho tiempo", dijo Lucas Ghi, intendente de Morón (Nuevo 
Encuentro).
El jefe comunal precisó: "Una de las atribuciones que distingue el ejercicio 
real de la conducción de cualquier institución, sobre todo de una fuerza con las 
características de la policía, es quién toma las decisiones más sensibles: quién 
dispone un ascenso, un relevo, un sumario o una sanción, un traslado; quién paga 
los sueldos. Ahí está el poder. Y si el poder lo sigue ejerciendo el Ministerio 
de Seguridad provincial, entonces, cuando yo le diga algo al jefe policial, 
podrá hacerlo o no", consideró...
http://www.lanacion.com.ar/1500636-intendentes-del-conurbano-quieren-su-propia-policia