"La inseguridad es lo màs grave que está en juego: la vida e integridad de las personas, el derecho a la libertad, el disfrute de la propiedad. La defensa incondicional de estos derechos son parte esencial de la vida de un pueblo. Renunciar a luchar por ellos es morir en vida. En medio de tanto dolor, hay sólo una cosa que no podrán quitarnos nunca: la esperanza, estrella polar de los pueblos en la lucha por la justicia y la libertad."
¡PROVINCIA INSEGURA!
Y DEJAREMOS SIEMPRE HUELLAS DE LO Q HACEMOS Y HAREMOS EN BENEFICIO DEL CIUDADANO DE BIEN...
caminando SIEMPRE Y DEJANDO HUELLAS
sábado, 5 de mayo de 2012
ALGO MÁS SOBRE INSEGURIDAD....ASESORAMOS? JA
UN país que desea lograr el desarrollo Integral debe no sólo saber lo que quiere y
expresarlo, sino que debe estar preparado para saber hacer en el momento
oportuno aquello que reclama la sociedad.
Al centrar nuestra atención en la problemática actual de nuestro país, observamos
un sistema de administración de justicia disfuncional, una política económica
incapaz, de satisfacer las necesidades básicas de la mayoría, una creciente
inseguridad individual y colectiva asociada a la delincuencia, una corrupción
administrativa envolvente, la falta de opciones y alternativas válidas de superación
para jóvenes Y adultos, la carencia de atención a los elementos estructurales
básicos de la sociedad: la familia, los valores ético-morales del Estado, entre otros.
Podemos percibir que el delito se encuentra presente en los aspectos políticos,
sociales y económicos de la vida diaria del colectivo, prevaleciendo éste cada vez
más dentro de una combinación de factores y circunstancias que le acompañan,
mostrando el Estado incapacidad para combatir su propagación.
Poco podríamos hacer si seguimos centrando nuestros estudios en factores
criminógenos históricos específicos. Ello sólo permite un acercamiento a la
problemática implícita en estos sin tener ninguna incidencia en la generación de
obstáculos que impidan la comisión de delitos. De esta manera se obvia la
complejidad del sistema al cual pertenecen, negando su realidad
dinámica-relacional emergente.
El delito es un fenómeno social y expansionista.
Si observamos la evolución de la política antidelictiva nos
encontramos con una orientación fundamentalmente represiva que señala la
sanción y el castigo al comportamiento violento y antisocial del delincuente como lo
más importante tal como lo planteó en su oportunidad, la corriente positivista
criminológica. Aunque hay, quienes consideran la pena como un medio dirigido a
prevenir, a evitar la comisión de delitos, esta conforma sólo una pequeña parcela
de la prevención del delito.
Entonces, ¿podemos hablar de prevención del delito en Venezuela? ¿Tenernos
elementos suficientes para evaluar su alcance cuando ésta no ha sido concebida
como una política de Estado?
Si estudiamos lo que debe entenderse como prevención del delito, debemos partir
del significado etimológico de la palabra prevención: "es la preparación y
disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo.” Partiendo de éste,
podemos definir prevención del delito como “la acción dirigida a evitar que el delito
se produzca".
Albornoz Berti (1980) define la prevención del delito como:
"...oponer obstáculos a su aparición (prevención del primer grado y/o
general) o tomar aquellas providencias que hagan menos dañinos sus
efectos o que evite la reincidencia (prevención especial o de segundo
grado.”
Por su parte, Mayorca (1995) expresa:
"…el concepto etimológico de la prevención, no es estrictamente aplicable
en la ciencia de la conducta humana. Y que prevenir el delito, no sólo es
posible sino necesario si a tales acciones se las coloca en un contexto
mas humilde y real: creación y refuerzo de mecanismos para reducir la
acción delictual a límites tolerables, en una determinada sociedad".
En tal sentido, la Dirección de Prevención del Delito considera que la prevención del
delito debe estar dirigida a evitar que el individuo incurra en conductas delictivas y,
a su vez, evitar que sea víctima de éstos impidiendo de esta manera su
propagación.
Las decisiones en materia de prevención de la criminalidad han resultado
parceladas, entendiéndose fundamentalmente la función de prevención como la
formación y capacitación de distintos grupos de la población en determinadas
áreas: alcoholismo, drogadicción, autoprotección, seguridad vecinal, formación del
voluntariado, información preventiva general, entre otros, a fines de que puedan
propiciar un crecimiento armónico y ser agentes multiplicadores en materia
preventiva.
Los cambios no han sido generados, encontrándonos ante un sentido
desbordamiento de la violencia, delincuencia e inseguridad, que se integran a la
vida diaria del individuo como otro elemento frustrante que se le impone, hasta el
punto de sentirse indefenso e impotente de hacer algo para detener su acción
siendo susceptible de ser víctima de cualquier hecho delictivo.
Acciones tomadas al azar, incoordinadas entre los organismos competentes,
carentes de sustentación científica y la subjetividad de quienes se encargan de la
política antidelictiva, han marcado pauta en la prevención del delito en nuestro
país.
Hoy día, resulta necesario orientar la política criminal hacia una visión social
integral que reemplace una corriente represiva que ha dominado todo su alcance.
Martínez Rincones (s/f) en un análisis del deber ser de la prevención del delito
afirma:
”... debe plantearse la necesidad de crear, realmente, una política
criminal (le prevención social del delito, con base a la intervención del
Estado en las áreas críticas de la sociedad, en las que se ven, se estén
dando o se prevean que se darán las condiciones o factores
sociohistóricos determinantes de la criminalidad generándose así una
política criminal del prevención que supere el mito de la criminología y de
la política criminal tradicional, defensistas y punitivas que se abra a la
políticas alternativas de naturaleza antidelictiva.”
En la planificación del desarrollo es evidente que el Estado y la colectividad siempre
deben ser el sujeto planificador, el plan servirá de instrumento orientador, la
administración pública será el mecanismo de realización y la colectividad nacional
debe recibir los beneficios. Para la realización de los cambios requeridos en materia
de prevención del delito, resulta necesario y urgente una planificación estratégica.
a) Realizar investigaciones psicosociales y criminológicas a fin de obtener
diagnósticos de la realidad que permitan el diseño de un plan de profilaxis social.
b) Diseñar, ejecutar y evaluar programas a nivel informativo y formativo dirigido a
los distintos sectores de la sociedad.
c) Capacitar el personal adecuado para aplicar medidas de prevención.
d) Centralizar las estadísticas criminales a nivel nacional.
e) Elaboración de proyectos de leyes relacionados con la política antidelictiva.
f) Representar al Estado en eventos nacionales e internacionales relacionados a la
prevención del delito.
g) Aplicar medidas de Profilaxis Social.
h) Coordinar los planes oficiales relacionados con la prevención del delito.
i) Otras.
A lo largo de su trayectoria, la Dirección de Prevención del Delito ha mostrado
siempre su voluntad explícita para cumplir con sus funciones. Sin embargo, no ha
tenido a su alcance el poder necesario, traduciéndose en falta de valoración del
importante rol que ella representa, falta de recursos humanos, financieros, técnicos
y, materiales que no le permiten desarrollar una política criminal de prevención
social del delito. Todo lo anteriormente dicho nos lleva a concluir que la prevención
del delito en Venezuela no ha sido materia prioritaria para el Estado, dentro de la
planificación Estatal.
Al respecto podemos afirmar, como lo dice Amitai Etzioni (1980) en La Sociedad
Activa (Aguilar. Madrid, pág. 353):
“Para conseguir la mayoría de los objetivos societales, en situaciones en
que son considerables el compromiso y el saber del actor, se requiere de
la aplicación de poder. Esto es en la mayoría de las circunstancias no se
llevarán a efecto las decisiones y objetivos que no estén apoyados, al
menos, por cierto grado de alguna clase de poder. Por tanto, los actores
sin poder son actores pasivos”.
Si la prevención del delito carece de alguno de los elementos necesarios para la
planificación, sus resultados siempre tendrán bajo impacto sobre su campo de
acción.
Igualmente, es importante dirigir nuestra atención al perceptor del proceso de
planificación, ya que éste debe tener capacidad de respuesta ante el estímulo del
plan y, la respuesta servirá para orientar con mayor precisión los objetivos
planteados. En nuestro caso observamos que muchas veces el perceptor o la
colectividad no responde a los estímulos presentados, ya que ésta se siente más
receptora que protagonista en la génesis y solución de la problemática delictiva.
El plan debe ser un producto de la participación de todos los entes involucrados en
el proceso. Esto no es así en la planificación del delito en Venezuela, donde el poder
decide el objetivo y, lo trata de aplicar de forma titubeante, ensayando, avanzando
y retrocediendo en el diseño y ejecución de un conjunto de medidas que podrían
reducir el delito a límites razonables.
Ahora nos preguntamos ¿Hacia dónde debe dirigirse la acción gubernamental de la
prevención del delito?
Principalmente, su misión debe estar focalizada en la protección, amparo y
seguridad realizada por organismos gubernamentales, no gubernamentales y la
sociedad civil.
Una vez que se asume la prevención del delito corno una política de Estado y por
ende se le infiere al organismo rector en la materia su competencia en la práctica,
se debe proceder a evaluar los riesgos, estableciendo un orden de prioridades,
recolectando información válida y certera que sustenten todas las actividades,
programas y estrategias a seguir con el objeto único de disminuir la criminalidad.
La información obtenida a través del desarrollo de investigaciones es el insumo
básico para el diseño de los planes y estrategias a implementar en el tratamiento
de la verdad delictual. Esta debe efectuarse mediante distintas metodologías
acordes a esa realidad en la búsqueda de explicaciones causales, intencionales y
funcionales de los fenómenos que son objeto de estudio, conociéndolos de forma
individual y social en el diario acaecer. Permiten permanecer próximos al mundo
empírico, asegurando un estrecho ajuste entre los datos y lo que la gente
realmente vive, subrayando la validez, confiabilidad y reproducibilidad de la
investigación.
Las investigaciones tal como las concibe la Dirección de Prevención del Delito,
deben originar ideas provenientes de distintas fuentes que se traducen en
interrogantes a fin de elaborar muevas teorías que fundamenten la toma de
decisiones dirigidas a la resolución de problemas. Asimismo, el conocimiento
científico obtenido se considera válido, significativo, útil, aplicado y que se actualiza
permanentemente.
Hernández, Fernández y Baptista (1995) declaran:
"La investigación es la herramienta para conocer la realidad que nos
rodea y su carácter es universal... la investigación científica es un
proceso dinámico, cambiante y continuo”.
¿Cuáles son las actividades que la Dirección de Prevención del Delito desarrolla
actualmente para el cumplimiento de sus fines?
Las finalidades se orientan hacia la creación, desarrollo, ejecución y evaluación de
la política de prevención y tratamiento de la criminalidad y de seguridad social,
dentro de un marco de acción científica, participación de los entes sociales
involucrados y acorde con la realidad. En tal sentido, se identifican:
La disminución de la incidencia delictiva en el país a niveles tolerables, registrando
y controlando su crecimiento, que garantice la vida en un medio donde prevalezcan
valores sociales de seguridad e igualdad.
Fomentar los mecanismos de control social (individual, grupal o comunitario,
institucional y Estatal) para afrontar el problema de la criminalidad a través de la
concientización, sensibilización, capacitación y participación de los distintos sectores
sociales a la función preventiva. El campo de acción de la Dirección de Prevención
del Delito, a través de las distintas coordinaciones de estados se centran en la
participación activa e integración de esfuerzos de todos los sectores así como la
inversión de recursos económicos, el consenso y la coordinación de políticas de
acción gubernamental y no gubernamental. Se desarrollan programas y estrategias
nacionales y estadales acordes a las necesidades de cada región, grupo o problema
a enfrentar, entre los cuales están:
Voluntariado Preventivo: Promueve la participación de todo ciudadano a nivel
individual y colectivo en la prevención específica de delito dentro de la comunidad
donde opera y, la prevención genérica en coordinación con grupos e instituciones a
través del diseño y ejecución de acciones de prevención integral de la criminalidad
y, de promoción sociocultural. Se realiza a través de trabajos comunitarios.
Prevención en Educación: Entendida la prevención como un conjunto de creencias,
actitudes y acciones, la formación, Información y, orientación en el área de la
prevención integral de la criminalidad en toda la comunidad educativa. Se considera
uno de los campos de acción fundamentales de la Dirección. Para esto, se ha
firmado convenio con el Ministerio de Educación. Se trabaja en distintos planteles
educativos en la asesoria, diseño y realización de actividades específicas
(curriculares y extracurriculares) y como centros pilotos, capacitando a todo los
involucrados (estudiantes, docentes, padres, entre otros).
Prevención en la Comunidad: Se fomenta la participación activa de grupos sociales
o comunitarios en las tareas de prevención del delito en su zona de residencia,
como elemento básico en el control de la problemática delictiva y de inseguridad
social a través de la formación, orientación, diseño y ejecución de proyectos
específicos de la comunidad en el área de seguridad vecinal, capacitación
específica, atención infantil y juvenil en actividades académicas, de tiempo libre,
culturales, sociales, deportivas, entre otras.
Prevención, Orientación y Tratamiento del consumo de Drogas Juvenil: Se asisten
ambulatoriamente a niños y adolescentes con problemas de conducta psicológicos
asociados que asisten voluntariamente o referidos por tribunales bajo la medida de
libertad vigilada, entre otras instituciones por problemas de consumo de
estupefacientes a fin de lograr su reajuste individual y al medio social, atendiendo
también a sus familias. Existen nueve centros a nivel nacional.
Información Preventiva Formación Cívica: Educa a la población general en relación
a la criminalidad y la prevención de la misma, utilizando para esto los distintos
medios de comunicación social, así como dar a conocer lo que la Dirección ejecuta
(prensa, radio y TV., boletín informativo, entre otros).
Prevención Jurídica: Brinda atención jurídica gratuita a personas de escasos
recursos promoviendo la solidaridad social y la democratización del acceso a los
mecanismos de la administración de justicia. Se fundan centros de atención en
zonas de escasos recursos.
Las Investigaciones Criminológicas: Actualmente, la División de Investigaciones
Criminológicas está orientada a proporcionar a las distintas coordinaciones de
prevención de estado los insumos teóricos-metodológicos necesarios para el diseño
y, ejecución de programas y estrategias específicas en materia preventiva, por
medio de la realización de investigaciones aplicadas a los problemas sociales
diagnosticados. Específicamente, se centra en el estudio de la violencia en sus
distintas formas y en el análisis de los factores de la criminalidad tales como la
victimización delictiva, inseguridad ciudadana, la violencia intrafamiliar,
alcoholismo, familia Y la evaluación de programas, entre otros.
Dentro de su área de acción realiza trabajos documentales, estudios de campo,
diseño de instrumentos de recolección de información y materiales divulgativos,
analiza la publicidad de bebidas alcohólicas y de material pornográfico que ingresa
al país. Considera prioritario mantener contacto permanente con las distintas
instituciones encargadas de desarrollar investigaciones en el área social, a fin de
intercambiar e Integrar los conocimientos entre ambas instituciones. Por otra parte,
ofrece servicios tales como asesoría a estudiantes y público en general pasantías
para estudiantes universitarios.
Al asumir una perspectiva social integral de la prevención del delito, el impacto de
toda la acción ejecutada en esta materia produciría el mejoramiento de la calidad
de vida del individuo, garantizando el cumplimiento de sus derechos a la educación,
trabajo, cultura, salud, justicia, seguridad y libertad personal, entre otros. Es decir,
al logro del bienestar integral tanto a nivel individual como social.
Al asumir una perspectiva social integral de la prevención del delito el impacto de
toda acción ejecutada en esta materia produciría el mejoramiento de la calidad de
vida del individuo, garantizando el cumplimiento de sus derechos a la educación,
trabajo, cultura, salud, justicia, seguridad y libertad personal entre otros. Es decir,
al logro del bienestar integral tanto a nivel individual corno social.
En síntesis, es perentorio señalar que para ejecutar una prevención del delito eficaz
y, efectiva paralelamente, se debe trabajar con una política de prevención integral
dirigida al desarrollo TOTAL
"Proteger y enaltecer el trabajo, amparar la dignidad humana, promover el
bienestar general y, la seguridad social, lograr la participación equitativa de todos
en el disfrute de la riqueza, según los principios de justicia social, y fomentar el desarrollo
de la economía al servicio del hombre", DEBEN SER LOS OBJETIVOS!
EL PENDULO... OPINION....
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Por Fernando Díaz (*), especial para NOVA.
En ese devenir pendular de las instituciones de seguridad, que se desangran internamente entre quienes conservan aún el frenesí de aquel militarismo triunfante sobre el gobierno nacional y popular del presidente Perón en 1955 y aquellos otros funcionarios que conciben a las instituciones para servir al pueblo que las cobija, increíblemente hoy, en la provincia de Buenos Aires, el péndulo quedó colgado del lado de las botas.
Cuando allá por el 2003 el viento empezaba a soplar distinto, podía pensarse que desde adentro se haría la revolución y muchos, pero muchos, creímos en eso. La dignidad, la superación personal y colectiva, la asistencia ante la vulnerabilidad, parecían conceptos menos vacíos. En las cárceles la gente se moría menos, vivía mejor; en las calles, menos miedo; pero el tigre siempre estuvo agazapado, esperando que cambie el dueño del circo para que le abra la jaula... y les llegó nomás la ocasión en el momento menos pensado.
Hoy no hay más lugar para cambios promovidos desde el interior de estas instituciones que recibieron el tiro de gracia. Quienes ofician de “dueños” (así se presentan en más de una ocasión) se preocuparon por sacar de la cancha a los “distintos” que ya se rindieron y esperan acovachados la temprana jubilación, a la vez que no perdieron tiempo y formaron cuadros para seguir sus ilustres pasos (o tapar sus huellas digitales ante posibles denuncias).
Un ministro con saudades de los tiempos de marcha y “saludo uno”, un subsecretario ambicioso y obsecuente y cúpulas sin escrúpulos pueden ser un cóctel letal para las organizaciones; sin embargo, quizás todos estos personajes compartan el mérito de haberlas vuelto inviables y partir de allí pueda fomentarse una nueva concepción de las mismas con las inevitables molestias para los muchachos que no recibirán más un sable como premio a sus estudios pero con el beneplácito de la sociedad que creerá que esta vez sí van a cumplir con la misión asignada.
Habiéndose perdido todo norte, cuando “ser” policía o penitenciario se ha convertido en un fin en sí mismo y no en el medio para lograr los objetivos, me pregunto si no será el momento de terminar con esas castas cerradas fomentadas desde los centros de formación institucional y dar la responsabilidad a las universidades nacionales y/o provinciales de profesionalizar a quienes deben cumplir con esa tarea esencial de velar integralmente por la seguridad de sus iguales.
Alguna vez se creyó que en el sistema penitenciario eso se podía lograr desde adentro y se dieron pasos extraordinarios. Bastó una orden y un funcionario mediocre dispuesto a cumplirla puesto a la cabeza de los alumnos para que la construcción se cayera en pedazos en un par de meses.
Creo que se acabó la hora de seguir dando vueltas sobre los mismos paradigmas que “siempre” fracasaron, esperando ahora que alguien se decida a echar a estos funcionarios, confiando en que los próximos serán mejores. Las políticas de Estado (y la seguridad ya las viene mereciendo) deben estar resguardadas de los vaivenes coyunturales.
Deberíamos preguntarnos entonces: ¿en cuántos sitios el poder se adquiere por antigüedad como en nuestras instituciones de seguridad, prescindiendo en absoluto de la idoneidad? ¿Por qué no fomentar un sistema totalmente civil con ascensos laborales conseguidos por concursos basados en la idoneidad y la buena experiencia? ¿Por qué seguir escuchando el falaz argumento de la disciplina para sostener regímenes castrenses inoperantes?
Para darse cuenta del engaño, sólo habrá que imaginar a las grandes corporaciones industriales o comerciales haciendo desfilar y obligando a hacer cuerpo a tierra a sus empleados para mantener el orden. ¿Por qué seguir fomentando instituciones enormes sin ninguna especificidad y preparación, pero con la suficiente acumulación de fuerza como para poner en juego hasta nuestra forma de gobierno, si así lo desearan?
El manejo de la seguridad de los ciudadanos debe ser de los políticos elegidos por el pueblo. El tiempo y los fracasos nos han mostrado que es un tema demasiado serio e importante como para dejarlo en manos de policías y penitenciarios, quienes deberán formar parte del juego de acuerdo a nuevas y claras reglas a establecerse, pero nunca controlarlo.
(*) Ex director del Servicio Penitenciario Bonaerense.
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viernes, 4 de mayo de 2012
ALGUNAS ESTADÍSTICAS QUE NOS LLEGAN...
En 2011 se iniciaron más de 650 mil causas por delitos cometidos por mayores y menores
Los datos se desprenden de estadísticas de la Procuración General de la Suprema Corte bonaerense, que indican que en 2011 se iniciaron 627.995 causas en el Fuero Penal y 28.399 en el de Responsabilidad Penal Juvenil, siendo en total 656.394 Investigaciones Penales Preparatorias (IPP).
En el caso de los adultos, en delitos contra las personas se instruyeron causas por 2.528 homicidios, de los cuales 56 fueron en ocasión de robo, y hubo 925 tentativas de homicidio.
Además se realizaron 7.517 causas por delitos contra la integridad sexual, correspondiendo 948 a abuso sexual con acceso carnal, mientras que por delitos contra la libertad se realizaron 92.834, siendo de ese total 87.525 por amenazas.
Sobre delitos contra la propiedad se instruyeron 218.949 causas, discriminadas en daño (19.301), estafa (6.437), hurto (36.290), hurto de vehículo (36.409), robo (56.801), robo con uso de arma (38.975), otros robos agravados (13.054), secuestro extorsivo (43) y otros delitos (11.639).
La distribución por departamento judicial señala que en Azul se prepararon 15.005 causas (2,4 por ciento del total), en Bahía Blanca 20.650 (3,3 por ciento), Dolores 17.333 (2,7 por ciento), Junín, 7.992 (1,3 por ciento), La Matanza 54.100 (8,6 por ciento), La Plata 52.306 (8,3 por ciento), Lomas de Zamora 104.462 (16,6 por ciento) y en Mar del Plata 27.140 (4,3 por ciento).
En tanto, en Mercedes hubo 36.349 (5,8 por ciento), Morón 48.800 (7,8 por ciento), Necochea 5.835 (0,9 por ciento), Pergamino 8.009 (1,3 por ciento), Quilmes 49.397 (7,9 por ciento), San Isidro 62.727 (10 por ciento), San Martín 76.408 (12,2 por ciento), San Nicolás 15.657 (2,5 por ciento), Trenque Lauquen 6.691 (1,1 por ciento) y Zárate-Campana 19.134 (3 por ciento).
Sobre el fuero de menores en delitos contra las personas se iniciaron en territorio bonaerense causas por 195 homicidios, de los cuales 17 fueron en ocasión de robo y hubo 134 tentativas de homicidio.
Se formaron 799 causas por delitos contra la integridad sexual, siendo 64 por abuso con acceso carnal. Y por delitos contra la libertad (amenazas) se iniciaron 2.516 investigaciones.
Delitos contra la propiedad cometidos por menores motivaron 10.661 causas, discriminadas en daño (1.346), estafa (8), hurto (2.129), hurto de vehículo (267), robo (3.262), robo con uso de arma (2.168), otros robos agravados (1.397), secuestro extorsivo (5) y otros delitos (79).
La segmentación por departamento judicial señala que en Azul se iniciaron 1.040 causas (3,7 por ciento del total), en Bahía Blanca 1.189 (4,2 por ciento), Dolores 709 (2,5 por ciento), Junín 620 (2,2 por ciento), La Matanza 1.775 (6,2 por ciento), La Plata 2.729 (9,6 por ciento), Lomas de Zamora 2.951 (10,4 por ciento) y Mar del Plata 1.463 (5,2 por ciento).
Finalmente en Mercedes hubo 1.945 (6,8 por ciento), Morón 2.041 (7,2 por ciento), Necochea 308 (1,1 por ciento), Pergamino 519 (1,8 por ciento), Quilmes 1.744 (6,1 por ciento), San Isidro 2.771 (9,8 por ciento), San Martín 3.817 (13,4 por ciento), San Nicolás 997 (3,5 por ciento), Trenque Lauquen 680 (2,4 por ciento) y Zárate-Campana 1.101 (3,9 por ciento).
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Introducción
La delincuencia no es un fenómeno espontáneo. Siempre existen factores que la causan o la desencadenan. La exacerbación delictiva puede considerarse como la expresión de un serio y complicado malestar social con repercusiones en la ley penal. En todos los países del mundo y en todas las épocas de la historia ha habido crímenes. La delincuencia es una conducta exclusivamente humana que no se observa en otros seres vivos, en los que la agresión se limita a la necesaria para alimentarse y defender a la especie y el territorio.
Más vale prevenir que curar.
Ahora bien, en la esfera de la seguridad pública la situación es totalmente opuesta. En las grandes ciudades del mundo entero las tasas de delincuencia han aumentado en forma drástica; la violencia juvenil es un fenómeno corriente y cada vez más de ciudadanos, especialmente mujeres y ancianos, se sienten inseguros.
¿Cómo se puede explicar este panorama tan sombrío? Hay dos factores que contribuyen principalmente a esta situación. En primer lugar, no nos dimos cuenta a tiempo de las limitaciones de la justicia penal tradicional (la policía, los tribunales, las cárceles) para responder a la delincuencia. En segundo lugar, prestamos un apoyo mínimo a las medidas preventivas que tienen por objeto reducir la cantidad de víctimas y de delincuentes atacando las causas subyacentes de la delincuencia y la inseguridad.
Cada vez hay más consenso con respecto a que la seguridad pública tiene una gran influencia en la calidad de vida y en el desarrollo económico y social de las comunidades. Personas de todos los sectores de la sociedad, incluidos los más pobres de los centros urbanos, están exigiendo más seguridad pública. La seguridad pública se debería considerar un bien público, que todas las instituciones y la sociedad civil en general deberían instituir y promover. Ya no puede dejarse en manos exclusivas de la policía y del sistema de justicia. Para prevenir el delito será necesario formar una nueva alianza urbana con todos los interesados directos.
Causas de la delincuencia
La delincuencia forma parte integrante de nuestra sociedad y la mayor parte de los delincuentes se comportan en lo esencial como el resto de la población. Una consecuencia de esto es que la forma que adopte la existencia cotidiana -es decir, la sociedad en que vivimos todos nosotros, criminales o no- será la que más influya en el desarrollo y pautas de la delincuencia. La tarea de la lucha preventiva contra las causas y las condiciones de la delincuencia y de los comportamientos socialmente indeseables compete a todas las instituciones sociales.
La amplitud y la distribución de la delincuencia en una zona dependen en gran medida del tipo de personas que residen o la frecuentan; lo que podríamos denominar genéricamente "usuarios". En un medio rural, las personas que frecuentan una zona son a menudo las mismas que la habitan, pero en un medio urbano el número de personas que frecuentan una zona es mucho mayor que el número de habitantes. Por "usuarios" se entiende, pues, además de los habitantes, a las personas que trabajan en una ciudad sin residir en ella. A esas personas hay que añadir en tanto que personas que frecuentan una zona, a los turistas nacionales y extranjeros, así como a los "amantes de las distracciones", es decir, quienes se desplazan desde zonas periféricas de la ciudad en busca de distracción.
Existen determinados tipos de ciudades que tienen más "usuarios" que otras, por ejemplo, las capitales, las ciudades industriales, las ciudades turísticas y las capitales regionales. Para comprender los problemas de delincuencia y de inseguridad de las diferentes ciudades o regiones, hay que hacerse una idea clara, no solo del número de habitantes, sino también de quiénes son sus usuarios. Ello reviste una importancia decisiva cuando se trata de evaluar las diferentes intervenciones posibles.
Las explicaciones relativas a las causas de la delincuencia buscan su origen en teorías que se basan en el individuo, en las circunstancias que le rodean, o en una combinación de ambos tipos de elementos. Sin embargo, las diferencias de orden cultural no son suficientemente importantes para poder esperar que las causas "individuales" varíen en gran medida.
Cuando se estudia la delincuencia en las ciudades hay que tener en cuenta el aspecto urbanístico. Las estructuras socioeconómicas pueden explicar igualmente la existencia de diferencias dentro de una ciudad o de una región dada. Conviene también examinar la función de la ciudad en la región, por ejemplo, como lugar de trabajo, lugar de aprendizaje, lugar de distracción, etc.
Las grandes aglomeraciones urbanas constituyen un excelente campo de acción para la delincuencia, tanto si se trata de procurarse bienes que tengan un valor comercial como de encontrar salidas para venderlos. En una gran ciudad pueden encontrarse muchas viviendas, muchos automóviles, muchos visitantes y muchas empresas. Hay un flujo constante de personas y de acontecimientos. El ciudadano es más anónimo para su entorno que en las zonas rurales.
La ciudad es también, hablando en sentido figurado, un buen "centro de reclutamiento" para la delincuencia. Existe una amplia categoría de personas marginales que, por diversas razones, toman el camino de la ciudad. Los inmigrantes ilegales pueden vivir con mayor anonimato que en la gran ciudad. En una localidad rural es más fácil que sean descubiertos quienes se dedican a actividades delictivas y los inmigrantes ilegales.
Aunque en criminología existen diversas teorías, el enfoque que se ha dado en llamar teoría de la actividad rutinaria, afirma que son tres los elementos que influyen en la génesis del acto delictivo:
- un individuo con tendencias delictivas,
- objetos interesantes para un acto delictivo,
- ausencia de protección suficiente.
El acto criminal se produce cuando un individuo inclinado a la delincuencia entra en contacto con un objeto interesante para un acto delictivo que carece de la protección suficiente.
2.9. Prevenir la delincuencia implica actuar sobre cualquiera de los elementos mencionados. Una prevención eficaz de la delincuencia no supone que se pueda o que se deba eliminar la totalidad de dichos elementos.
2.10. El volumen y la forma que adopta la delincuencia vienen dados por la estructura de la población. Los grupos presentes en determinadas zonas serán más propensos a la delincuencia, mientras que en otras otros grupos tenderán a denunciar los delitos o estarán expuestos en mayor grado a convertirse en víctimas de la delincuencia.
Individuos con tendencias delictivas
El comportamiento delictivo comienza a menudo en los primeros años de la adolescencia con pequeños hurtos y asaltos. En gran medida, esta delincuencia es de carácter ocasional, es decir, que rara vez es premeditada y que puede surgir del deseo de divertirse con los amigos. La mayoría de los jóvenes no pasa de ahí, pero algunos van más allá y cometen delitos más graves. Del porcentaje relativamente numeroso de los delincuentes ocasionales se destaca el porcentaje reducido de los que serán reincidentes. Estos a menudo han pertenecido a bandas y, a través de un proceso de socialización, se han habituado a un modo de vida criminal.
Un grupo muy reducido de delincuentes es responsable de una gran parte de delitos. Esto es así, especialmente, en delitos tales como las violencias y robos con fuerza en las cosas en los que se distingue un núcleo de reincidentes múltiples cuyas actividades delictivas no guardan proporción con el número de individuos que los componen. Los delincuentes que pertenecen a esta categoría son en general bien conocidos por los servicios sociales y las fuerzas del orden desde su primera infancia. La manera más eficaz de prevenir el gran número de delitos cometidos por estas personas es impedir que este tipo de delincuencia consiga adeptos.
Cuanto más se permita perpetuar este tipo de conductas delictivas, más difícil será frenarlas mediante medidas sociales o de intervención con fines preventivos. Por ello, resulta decisivo impedir lo antes posible que los niños y adolescentes se dejen atraer por la delincuencia grave. Para impedir que las normas de las bandas sustituyan a las de la sociedad es importante romper esas bandas tan pronto como sea posible. La sociedad debe reaccionar contra estas conductas erróneas en una fase precoz.
Urbanismo
En lo que concierne al urbanismo, la función más importante de la prevención de la delincuencia se refiere a la presencia de una protección adecuada. Los debates sobre protección adecuada se centran por lo general en soluciones técnicas, refiriéndose, por ejemplo, a dispositivos de alarma y de vigilancia.
Sin embargo, el concepto de protección adecuada debe ampliarse también a otras soluciones. Una casa que nunca está vacía corre menos riesgo de ser asaltada que una casa que quede vacía periódicamente. El mismo razonamiento podría aplicarse a cualquier entidad geográfica. Los "usuarios" de una ciudad (quienes residen, trabajan, visitan la ciudad, van a divertirse, etc.) ejercen una vigilancia indirecta de la ciudad. De este modo, constituyen una protección adecuada contra la mayoría de los tipos de delincuencia. Además, hay razones de sobra para pensar que la composición de los usuarios de la ciudad desempeña un importante papel en el efecto de la protección.
El urbanismo desempeña un importante papel cuando se trata de saber si las personas que pertenecen a las diferentes categorías que frecuentan una ciudad constituyen un grupo uniforme durante las veinticuatro horas. Un barrio que acoge de día a gente que trabaja y que, por la noche, no es frecuentado más que por noctámbulos no está protegido con la misma eficacia que el barrio en que conviven las diversas categorías (residentes, trabajadores, personas que buscan distracciones, etc.) Mediante lugares de encuentro de carácter social donde los ciudadanos pueden reunirse se refuerza el control social y, de ese modo, la sensación de seguridad en el ciudadano.
Para los urbanistas debe ser importante tratar de remediar aquellas situaciones estructurales que generan inseguridad como, por ejemplo, la degradación urbana. Los barrios deteriorados o degradados acogen a menudo a ciudadanos que padecen diversos problemas. El desempleo, la pobreza, los malos tratos y la delincuencia son en ellos fenómenos corrientes y la proporción de inmigrantes entre quienes residen en estas zonas suele ser elevada.
Tanto en las nuevas construcciones como en la renovación de zonas deterioradas de la ciudad es preciso tener en cuenta desde la fase de su concepción los aspectos de prevención de la violencia. Esto se puede realizar mediante una estrecha colaboración entre las autoridades responsables en materias urbanísticas, los propietarios de bienes inmobiliarios y las autoridades encargadas de la seguridad de la comunidad.
En los Estados miembros de la Unión Europea hay diversos proyectos en curso para estudiar y poner a prueba formas de urbanismo que tengan un efecto preventivo en la delincuencia.
Seguridad y percepción de la seguridad
En lo que respecta a las actividades relacionadas con la seguridad, tanto a nivel nacional, regional, local y en Europa, a escala de la Unión, conviene señalar que puede existir una diferencia entre seguridad objetiva y sensación de seguridad y el modo en que se refleja en los medios de comunicación.
La sensación de seguridad no puede medirse de modo objetivo. Las experiencias vividas por una persona, su situación vital personal y el tipo de interacción que elige tener con su entorno influyen en la sensación de seguridad. Reviste una gran importancia que los habitantes puedan identificarse con su ciudad.
En varias ciudades se trata de operar sobre los datos relativos a la inseguridad, y no solamente sobre la delincuencia. Se ha podido constatar una discrepancia considerable entre esos datos en relación con determinadas situaciones en las que la gente experimenta una sensación de inseguridad y a la inversa. Ha quedado demostrado en algunos estudios nacionales que las personas menos expuestas a la delincuencia son aquellas que se inquietan más de verse eventualmente afectadas por ella, y que las categorías que son víctimas de la delincuencia -en gran medida los jóvenes- sienten escasa inquietud.
Prevenir la sensación de inseguridad es algo completamente distinto que prevenir la delincuencia. Se trabaja también sobre la necesidad que existe en el ser humano de sentir que puede confiar en las instancias encargadas de asegurar y de hacer que se perciba la seguridad. Una reacción negativa de esas instancias respecto al ciudadano contribuye a dañar gravemente el sentimiento de comodidad y de confianza. Existen ejemplos de cursos de formación en este ámbito destinados al personal de la policía.
Estructuralmente, la delincuencia visible y los desórdenes públicos son las modalidades que más afectan a la percepción de la seguridad. Los delitos y desórdenes públicos que son visibles en el contexto urbano y afectan aparentemente a una minoría de una manera aleatoria -por ejemplo, las agresiones sexuales, las agresiones con robo a personas en la vía pública- son fenómenos criminales que influyen fuertemente en la sensación de seguridad. Incluso los ruidos, gritos y actitudes agresivas y amenazantes, así como los asaltos influyen negativamente en la sensación de seguridad.
Los delitos "invisibles" (como la violencia doméstica) y los delitos respecto a los cuales una persona puede controlar el riesgo que corre (la violencia entre personas que se conocen) rara vez se perciben como algo amenazador para la comunidad. Este hecho resulta paradójico puesto que este tipo de delitos (en especial, la violencia doméstica), a pesar de su invisibilidad y de la falta de conocimiento por parte de la comunidad, representan un gran problema social.
Una de las razones de que se perciba la seguridad de este modo es quizá el hecho de que, para los medios de comunicación, por ejemplo, la violencia absurda y aleatoria de la calle tiene más interés, desde el punto de vista informativo, que las tragedias ordinarias que se producen en las familias. Cuando los medios tratan de una manera repetida un determinado tipo de delincuencia, tienden a exagerar el riesgo de encontrarse con comportamientos criminales. El tratamiento que den los medios a esas noticias puede afectar a la sensación de seguridad de tal manera que la percepción no corresponda al riesgo de seguridad objetivo. Los medios de comunicación no sólo describen la realidad, sino que tratan también de mostrar en qué clima social se producen. Pero al hacerlo, influyen en el contexto que tratan de describir. De este modo la prensa en todas sus formas contribuye a la vez sobre el modo en que se presentan los hechos e influye en el contexto social.
En la sensación de seguridad e inquietud repercuten también otros factores aparte de la delincuencia. Es evidente que todas las instituciones sociales influyen también en la percepción fundamental de la seguridad por parte del individuo. El hecho de saber que cuando se ha sufrido la humillación que implica siempre un acto delictivo se puede obtener una reparación económica o moral repercute en el sentimiento de la propia seguridad. El saber que el culpable será juzgado por su acto criminal puede tener un efecto terapéutico para la víctima y, de ese modo, atenuar posteriormente la inquietud. Una compensación financiera ayudará a la víctima a seguir adelante con más facilidad impidiendo que se suma en la inquietud. El acceso rápido y seguro a una asistencia y a cuidados profesionales y apropiados cuando se ha sido víctima de un acto delictivo, reviste también una gran importancia en relación con la sensación fundamental de seguridad. Del mismo modo, es importante procurar que cuando se hayan producido daños, asaltos o actos de vandalismo, por ejemplo, se limpien las pintadas dejadas en las paredes y se reparen los cristales rotos. Esto es importante para el sentimiento de seguridad de las personas.
Se ha podido constatar que la delincuencia organizada y transnacional influye menos en la percepción de la seguridad que la delincuencia ordinaria que se produce en un entorno inmediato.
En determinados casos, la percepción de inseguridad es falsa, dado que no existe un riesgo proporcional de verse afectado por actos delictivos. El hecho de que el ciudadano perciba una inseguridad representa algo negativo en nuestra sociedad, y por ello conviene no pasar por alto este factor. Por tanto, en las intervenciones destinadas a mejorar la seguridad de los ciudadanos, es importante tomar en consideración el factor de la seguridad tal como es percibida.
Apoyo a las víctimas de actos criminales
Es importante que las víctimas de actos criminales reciban apoyo y asistencia cuando se han visto afectadas por actos delictivos. En quien ha sido objeto de un acto delictivo, el sentimiento de inseguridad puede verse agudizado no solo por el hecho de no recibir ningún apoyo sino por la sensación de desamparo. Este temor puede comunicarse fácilmente a quienes rodean a la víctima.
Una de las opciones para ayudar a la víctima es la mediación, consistente en hacer que el culpable y la víctima se encuentren en presencia de un mediador neutral para hablar del acto criminal que se ha cometido. La víctima tiene la posibilidad de contar lo que ha vivido y puede además recibir respuesta a sus preguntas sobre el acto del que ha sido objeto. El culpable tiene también más posibilidades de analizar las consecuencias de su comportamiento y se le ofrece la ocasión de expresar su arrepentimiento. La mediación puede utilizarse ventajosamente cuando el delincuente es joven.
Existen también ejemplos de colaboración con organizaciones de voluntariado que prestan ayuda -a renovar los documentos robados, hacer llaves nuevas, etc.- a fin de impedir que se agrave la sensación subjetiva de inseguridad.
Medidas preventivas
¿Por qué prevenir? Es importante responder a esta pregunta por muchos motivos. A continuación figuran algunas de las razones por las que conviene elegir la prevención como herramienta básica para la reducción sostenida de la delincuencia, la violencia y la inseguridad:
- La aplicación de criterios preventivos requiere un riguroso análisis de las causas de la delincuencia y la violencia y la aplicación de una serie de medidas muy eficaces para reducir a corto y largo plazo la cantidad de víctimas y delincuentes. Esas medidas son, entre otras:
- un diseño urbano más seguro (espacios públicos y sistemas de transporte público);
- el apoyo a los niños, los jóvenes y las familias vulnerables;
- el fomento de la responsabilidad y la creación de conciencia de la comunidad;
- la capacitación y creación de empleos para los jóvenes de las zonas pobres;
- la prestación de servicios de proximidad, especialmente de policía y de justicia;
- la reinserción social de los delincuentes jóvenes;
- la asistencia a las víctimas de delitos.
- Los criterios preventivos alientan la aplicación de medidas multisectoriales y concertadas en las que participan las municipalidades, la policía, el sistema de justicia, los servicios sociales y de salud, los servicios de vivienda, el sector privado y las organizaciones comunitarias, etc.
- Los resultados de los estudios longitudinales que se llevaron a cabo con grupos de control durante mucho años coinciden en los importantes beneficios derivados de la aplicación de criterios preventivos.
- Los beneficios económicos derivados de la aplicación de medidas de prevención del delito, comparados a los de las respuestas tradicionales, basadas en la aplicación de la ley y el encarcelamiento. En algunos casos, los análisis en que se comparan estas dos respuestas muestran una proporción de 1 a 6 a favor de la prevención del delito.
- Los costos astronómicos que acarrean el delito y la violencia para los países, las ciudades y la población. Según el Informe de Desarrollo Humano de 1994 publicado por las Naciones Unidas, estos costos aproximan los 425.000 millones de dólares en los Estados Unidos, es decir 4.000 dólares por familia por año. Los costos incluyen los servicios de policía y las cárceles y los costos derivados de las muertes y traumatismos, el deterioro económico y los daños a la propiedad.
Medidas que corresponde adoptar a la policía y la sociedad en general
La policía desempeña un importante papel en las actividades tendentes a garantizar la seguridad y la sensación de seguridad. Sin embargo, conviene no considerar estas cuestiones como un problema puramente policial, sino como un problema de la sociedad.
Para crear sensación de seguridad en un vecindario, la policía ha de trabajar cerca de los ciudadanos y aumentar su presencia, dejándose ver por la calle. Resulta también ventajoso que la composición del personal de la policía refleje la diversidad de la población.
La policía puede ejercer una acción tanto preventiva como represiva, pero es necesario que, con objeto de lograr una mayor eficacia, otras autoridades y otras entidades de la colectividad desempeñen también una acción con respecto a la delincuencia. Entre los interlocutores que pueden colaborar con la policía de modo significativo, cabe citar los servicios sociales, los centros escolares, las asociaciones de empresarios, los habitantes de la zona considerada, las organizaciones de voluntariado, etc. La cooperación y la colaboración entre estas instancias y colectivos puede permitir llevar a cabo una acción vigorosa y eficaz de prevención de la delincuencia.
En algunos países existen contratos de seguridad locales para una zona dada concertados entre la policía, los tribunales, las autoridades educativas, las organizaciones y los cargos electos con el fin de mejorar las labores de prevención de la delincuencia y de aumentar la seguridad general.
Otros ejemplos son los grupos de consulta en los que participa la policía local y representantes de la colectividad, y que obtienen muy buenos resultados gracias, entre otras cosas, a que proporcionan informaciones a la policía, de tal manera que ésta se halla en situación de investigar en los casos de delincuencia que, sin ello, le hubiera resultado difícil esclarecer.
Obligaciones de los ciudadanos
No solo son las conductas delictivas las que crean inseguridad, los malos comportamientos pueden contribuir también en grado máximo a crear ese sentimiento. Si el control social desaparece, esos comportamientos pueden hacerse más corrientes.
Incluso si los ciudadanos tienen derecho a estar y sentirse seguros, no hay que olvidar por ello las obligaciones que les corresponden para lograr esa seguridad. El ciudadano debe ser informado de las obligaciones que tiene para promover la solidaridad y la seguridad en su vecindario. Para convertir la ciudad en un lugar humano donde vivir, hay que favorecer la adopción de medidas destinadas a impedir la marginación de los adolescentes y hay que luchar contra la discriminación en la sociedad y en la vida laboral así como luchar contra las toxicomanías y la violencia en los centros educativos. La población no puede seguir haciendo la vista gorda en cuestiones de delincuencia y ante infracciones contra el orden público, sino que todos, en el marco de sus posibilidades, deben contribuir a solucionar los problemas.
Entrevistas
AnexosConclusión
De este trabajo podemos concluir que la delincuencia es un gusano que carcome a la sociedad. Hay tres parásitos que corroen nuestro país: la corrupción, la delincuencia, y el abuso de poder.
A mí parecer, ya no se encuentran políticos como Jesús Jiménez, Alfredo González Flores, Rodrigo Carazo, León Cortés y, por supuesto, nuestro bien amado Don Pepe, que en realidad tuvieron (y perdóneseme la expresión) cojones para cambiar lo que se tenía que cambiar, arreglar lo que se tenía que arreglar, y desechar lo que se tenía que desechar.
Costa Rica, nuestro país de paz, admirado por todo el mundo porque vivimos sin guerra, por no tener ejército, tiene hoy en día una renta más: el gobierno. Los políticos corruptos que se dieron cuenta que con el poder se llega al dinero, y deforman la realidad con promesas falsas.
Sé que el tema de delincuencia pareciera no tener que ver con esto, pero sí tiene. Al pueblo ver como sus esperanzas depositadas en un político, al cual admiraban y dieron su voto de confianza, se ve desvanecido, se sienten engañados. Viendo que grandes corruptos se enriquecen, ellos lo quieren también.
Pongámonos más serios y llevemos las riendas de un país que es fácil de domar, que se adormece en un lecho de rosas, aunque alrededor estén explotando granadas.
LA BIBLIOGRAFIA A PEDIDO... A DISPOSICIÓN
jueves, 3 de mayo de 2012
Un estudio SOBRE FACTORES DESENCADENANTES DE LA DELINCUENCIA NOS DA:
El estudio y evaluación de los factores desencadenantes de la delincuencia, permitió establecer las siguientes causales:
- Falta de acceso igualitario a la educación y al mercado laboral.
- Condiciones de vida inadecuadas.
- Presencia de altos índices de violencia, discriminaciones, intolerancia y desesperanza. Los conflictos existentes en la familia, en los colegios y el maltrato a menores cobran singular importancia.
- Zonas de extrema pobreza en la periferia de las grandes ciudades.
- Consumo abusivo de drogas y alcohol.
- Carencias en los primeros años de vida (falta de supervisión, ruptura familiar, abusos, traumas).
- Dificultades en la educación (conductas problemáticas, ausentismo escolar y deserción, etc.)
- Problemas en el funcionamiento de organismos policiales y cortes de justicia.
- Falta de una visión comunitaria coordinada sobre cómo abordar el problema delictivo.
El diagnóstico orienta hacia , la implementación de estrategias, estructurada en base a políticas diferentes para cada necesidad, que a su vez contengan diversos programas.
Estos programas pueden ser:
1. Políticas Orientadas a la Prevención de la Delincuencia
2. Políticas de Planificación y Diseño de Espacios Públicos para hacer Ciudades Seguras
3. Políticas Orientadas al Control del Delito
GRACIAS N.C.O!!! COMO SIEMPRE A NUESTRO LADO Y DE LA GENTE!
Co.Se.Ma.: Repudian ataque a vecino de Lomas del Mirador
Al respecto, aclararon que “si bien nos hemos apartado hace mas de cuatro años de esta entidad, creemos que la violencia engendra violencia y repudiamos todo hecho que se realice cualquiera fuera el tema”.
“Queremos darle nuestra solidaridad y no queremos que esto pase en las calles de Lomas del Mirador, por lo tanto solicitamos a las autoridades una pronta investigación y una mejor respuesta a la que obtuvimos hoy (por este lunes)”, agregaron.
Asimismo, aseguraron que “no sabemos las causas, pero no podemos dejar de exponer nuestro punto de vista. Lomas del Mirador últimamente está con muchísimos problemas vecinales y con una delincuencia muy alta”.
“Un periodista, el otro día preguntaba si eso se debía al cambio del domicilio destacamento, ya que no está más en la calle Indart y fue corrido por cuestiones políticas al Monte Dorrego y creo que si bien tiene algo que ver, también creemos que las fuerzas policiales en las calles no se ven como antes, quizás se debería intentar otras estrategias para contener la violencia y las muertes que suceden en estas calles”, añadieron.
Por último, dijeron: “Nuevamente nos solidarizamos con toda persona a la que le sucedan hechos violentos y ojalá la justicia actúa como corresponda, puesto que según me dijo el dueño de casa existen filmaciones que muestran quiénes hicieron y participaron de este ataque"
http://noticiasconobjetividad.wordpress.com/2012/05/03/co-se-ma-repudian-ataque-a-vecino-de-lomas-del-mirador/
sumamos nuestro reclamo:NOS SOLIDARIZAMOS CON EL PEDIDO DE LOS VECINOS DE QUILMES Y HACEMOS TB NUESTRA CONVOCATORIA PARA ESTAR TODOS EN LAS PUERTAS DE LA GOBERNACION PARA PEDIR SEGURIDAD AHORA Y YA AL SR. GOBERNADOR Y SUS FUNCIONARIOS!
Solicitamos que compartan este evento a TODOS los amigos o familiares DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Es hora de que el gobierno provincial tome cartas en el asunto de una vez por todas... No dejemos que nos sigan matando!
¡¡¡DIGAMOS BASTA!!!
RECLAMEMOS UN DERECHO CONSTITUCIONAL COMO ES LA SEGURIDAD.
miércoles, 2 de mayo de 2012
LA INSEGURIDAD ES MUCHA Y...TODO EN PROCESO EN ALDO BONZI!!
ALDO BONZI CONTRA LA INSEGURIDAD
Vecinos y policías formularon un plan para detener la ola delictiva
Grupos autoconvocados se mostraron preocupados por el incremento de asaltos en una zona que, anteriormente, consideraban “tranquila”. Entre otras soluciones, se emplazó una garita y se solicitó más personal policial.
Por lo menos, desde hace un mes, varios vecinos de Aldo Bonzi fueron víctimas de diferentes episodios delictivos que, según ellos mismos anuncian, tienen lugar con una frecuencia inusitada para una localidad que, históricamente, fue considerada “pacífica”. En este contexto, diversos grupos autoconvocados promulgaron manifestaciones a través de dos clubes y las redes sociales. De tal forma, según señalaron los residentes, se efectuó una protesta frente al destacamento policial de Aldo Bonzi, dependiente de la comisaría de la localidad vecina de Tapiales. Precisamente, uno de los reclamos que los habitantes de la zona suelen reflotar ante el incremento de los robos es el de la comisaría propia, pedido que justifican, comúnmente, al destacar que la amplitud geográfica de Aldo Bonzi es superior a la de Tapiales...
...La estrategia
Fuentes policiales revelaron a este medio el plan a implantar para que, de aquí en adelante, Aldo Bonzi recupere su admirada “tranquilidad”. Estos son algunos de los puntos:
. El emplazamiento de una garita en el cruce de Camino de Cintura y José Alico, facilitada por la empresa Basani. Ya en funcionamiento.
. División de la cuadrícula. Consecuencia: dos patrulleros en lugar de uno. En proceso.
. Mayor cantidad de cámaras. En proceso.
. Patrullaje de las divisiones a caballo y de canes. Confirmado por este medio.
. Independencia del destacamento con respecto a la comisaría de Tapiales. En proceso.
En buen camino
Al cierre de esta edición, fuentes policiales informaban a El1 sobre la detención de dos delincuentes que habían ingresado a una vivienda de Lino Lagos al 2.000. En esa instancia, los malvivientes habían sustraído varios elementos de la casa, pero, a los pocos minutos -gracias a un llamado anónimo-, la Policía pudo dar con ellos cuando se fugaban en los alrededores de Pilcomayo y Nazar.
comisarias de LA MATANZA
COMISARIAS MATANCERAS A LAS QUE PODES ACUDIR
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Cria. La Matanza 11º | Villa Recondo | Av.Diaz S/N | 011 4622 4000/4422 |
Cria. La Matanza 12º | Tapiales | Tuyuti y Altolaguirre | 011 4422 3131/ 44620555 |
Cria. La Matanza 13º | La Tablada | Alberti Nº702 | 011 4652 4106/4936 |
Cria. La Matanza 14º | Rafael Castillo | Mendez De Andes Nº1752 | 011 4697 7195/8103 |
Cria. La Matanza 15º | Villa Luzuriaga | Garibaldi Nº2388 | 011 4443 1301 – 4659 3344 |
Cria. La Matanza 16º | Virrey Del Pino | Miller y Warnes | 02202 44 0444/1808 |
Cria. La Matanza 17º | Don Bosco | Olivera y Pedraza | 011 4656 9555 – 4658 6741 |
Cria. La Matanza 18º | Altos De La Ferrere | Santa Rosa Nº5083 | 011 4626 0888/0153 |
Cria. La Matanza 19º | Villa Dorrego | Carzon y Achupallas | 02202 45 1850/3926 |
Cria. La Matanza 20º | San Alberto | Perkins y Desaguadero | 011 4694 2222/9425 |
Cria. La Matanza 21º | San Carlos | Vedoya y Olivieri | 011 4625 4758/6204 |
Cria. La Matanza 22 | Los Pinos | Carabobo y Porteña | 011 4669 0919/20 |
Cdo.Pat. La Matanza | La Matanza | Aut.Richeri Y Pte.12 | 011 4620 4091 |
Grupo Geo | San Justo | R.4 y Aut.Richeri | 011 4620 4091/1092/4080 |
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