La delicada situación de los comerciantes, entre asaltos, asesinatos, bajas en las ventas y saqueos
Los saqueos a los comercios se repiten en varias oportunidades, ente la inacción policial. (Dibujo: NOVA)
Por Mariana Portilla, especial para NOVA
El sector comercial no está pasando por su mejor momento. El mes de junio marcó una descenso de 8,8 por ciento en las ventas minoristas. Al mismo tiempo, el Mundial de Futbol colaboró para que las ventas ilegales alcanzaran 2.227 millones de pesos, dato que corresponde sólo a un muestreo de 406 ciudades de la Argentina.
El vendedor ambulante que más invadió las ciudades en mayo y junio fue el que comercializó productos vinculados a la Selección Argentina, en perjuicio de los comercios de esos rubros que no pudieron aprovechar la fecha como esperaban.
A esto hay que sumarle los disturbios generados en el Obelisco luego de los festejos por el subcampeonato de la selección argentina, que reavivó una polémica: ¿los comerciantes se sienten protegidos por el Estado?
Lo cierto es que los actos de vandalismo llegaron en un momento muy delicado para el sector comercial, que registra caídas profundas en sus niveles de ventas y bajos niveles de liquidez para hacer frente a este tipo de sucesos.
Hubo algo más de 30 denuncias de oficio, pero apenas siete de los 26 comerciantes que sufrieron saqueos y destrozos durante los disturbios del domingo de la final ratificaron el reclamo ante la Policía. Esto se debe a que el 90 por ciento de los locales no está asegurado contra “vandalismo” o “tumulto”, hechos en el que se enmarcarían los desbandes en el Obelisco.
Según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), los costos directos vinculados a los destrozos y saqueos ascendieron a 430 mil pesos, pero a ello hay que sumarle pérdidas adicionales de al menos 280 mil pesos vinculadas al cierre temporario de algunos de esos negocios, que estarán inactivos hasta reparar sus instalaciones y reequiparse.
Pizzerías, bares, comercios de indumentarias, teatros, hoteles y oficinas comerciales fueron algunos de los rubros alcanzados por el vandalismo. Todos sufrieron roturas de vidrios, daños sobre su mobiliario, y robos de diferente magnitud. De los 26 comercios afectados, diez se ubicaron sobre avenida Corrientes, nueve sobre Cerrito y 7 en Carlos Pellegrini. Además, hubo destrozos en toda la obra nueva de la peatonalización del Microcentro y el Metrobús.
Mayor prevención
Desde CAME insisten con su pedido al Gobierno porteño de una indemnización para los comercios afectados, además de una exención del impuesto a los Ingresos Brutos por seis meses y una prórroga en el pago de los impuestos nacionales.
El secretario de prensa de la entidad, Vicente Lourenzo, afirmó a NOVA que simultáneamente “se realizará una presentación en la Superintendencia de Seguros para que aquellas pólizas que no tengan cobertura contra tumultos y saqueos, que son la mayoría, sean cubiertas por las compañías, teniendo en cuenta que se trata de un caso fuera de razón y cordura, imposible de imaginar por cualquier empresario”.
Para Lourenzo, los comerciantes se sintieron desamparados dado que fue la tercera vez que hechos de esta índole ocurren. “Entonces, si ya hubo antecedentes se tendría q haber trabajado en prevención porque, por ejemplo, se vendió alcohol desde muy temprano”.
Consultado por este portal sobre las declaraciones del ministro de Seguridad de la Provincia, Alejandro Granados, que propuso una modificación en la ley para que las personas que produzcan disturbios como los ocurridos en el Obelisco porteño tengan una pena de treinta días de arresto, Lourenzo dijo estar de acuerdo aunque “habría que ir agregando una pena mayor por reinserción”, aclaró.
“Si yo te meto preso por un mes y después volvés a cometer el mismo delito, la segunda vez vas preso por dos años. Se tiene que generar un sistema de premios y castigos en esta sociedad porque, si no, los delitos vuelven a repetirse”, sostuvo.
Pero lo cierto más allá de los saqueos es que para Lourenzo los comerciantes no se sienten protegidos por el Estado. Los trabajadores toman recaudos por sus propios medios, como modificar sus rutinas; nunca mandan a la misma persona a hacer los depósitos y maximizan los controles con alarmas y cámaras, entre otros. “La sensación de vulnerabilidad no sólo la siente el comerciante: cuando un ciudadano toma el colectivo también siente lo mismo”, afirmó el secretario de prensa de CAME.
En esta línea, la Cámara de Comercio e Industria de La Plata solicitó un resarcimiento económico para familiares de comerciantes asesinados a través de un anteproyecto de ley enviado al Congreso. La entidad empresaria señaló que ese reclamo se fundamenta “en la responsabilidad indelegable del Estado” respecto de la obligación de brindar seguridad a los ciudadanos” y, además, sostuvo que resulta “inadmisible que no se repare, aunque sea parcialmente, el tremendo daño moral, afectivo y económico que produce cada acto de violencia de que son víctimas nuestros comerciantes”.
Al respecto, Lourenzo opinó que “ese es un paliativo importante para la familia, aunque nosotros lo que queremos es que no nos sigan matando a nuestros comerciantes. Queremos más medidas de prevención”, concluyó.
Comerciantes vulnerables
“El comercio en general por su actividad y su manera de trabajar está muy sujeto a los problemas de inseguridad. Los comercios, sobre todo los que están establecidos en las arterias de una ciudad o un pueblo, son sometidos a un riesgo al que no está expuesto una familia en su casa encerrada con llave”, aseguró aNOVA el presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos de la Vega, y añadió que la inseguridad viene creciendo desde hace muchos años.
“Al daño que causan los robos y saqueos se agrega la caída de la actividad. Es decir, cuesta más al comerciante recuperarse porque la situación no es de las más florecientes”, indicó.
El representante de la entidad concordó con Lourenzo en que el comerciante se siente vulnerable y afirmó que a esta delicada situación hay que agregarle los costos de adicionar seguridad para una pequeña-mediana empresa, que son muy altos, lo que significaría tener un empleado más.
Con respecto a los últimos saqueos, desde la Cámara Argentina de Comercio consideraron que el accionar policial fue deficiente. “Las fuerzas de seguridad no se dedicaron a reprimir los actos de violencia. No se vio que pusieran empeño en resguardar los bienes de los comercios de la zona. Y eso nos preocupa”, concluyó de la Vega.
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