La muerte del colectivero: Lo que no se hace
La terrible noticia del asesinato del chofer de colectivo de la Línea 602 ocurrido en las últimas horas en Virrey del Pino (La Matanza), más allá de la conmoción que causó, no deja de ser un hecho más de los que habitualmente ocurren a diario dónde un joven pierde la vida mientras realiza su trabajo para llevarle la comida a su familia.
La terrible noticia del asesinato del chofer (26 años) de colectivo de la Línea 602 ocurrido en las últimas horas en Virrey del Pino (La Matanza), más allá de la conmoción que causó, no deja de ser un hecho más de los que habitualmente ocurren a diario dónde un joven pierde la vida mientras realiza su trabajo para llevarle la comida a su familia.
Seríamos simplistas si hablamos de éste hecho puntual y volvemos a mencionar la crítica situación de la inseguridad y decimos que faltan policías, patrulleros o cámaras.
En primer lugar debemos decir que aún brillan por su ausencia la falta de políticas serias en lo estrictamente judicial, por que nos cansamos de casos donde una vez que capturan a delincuentes asesinos, lejos de tener del castigo correspondiente, vuelven a reincidir cometiendo los mismos delitos o más graves aún. A su vez, la situación de las cárceles es alarmante y hasta hubo casos dónde los salarios que cobraban los presos eran más altos que los de un jubilado.
La otra vertiente de este problema - la inseguridad - es la promiscuidad donde vive gran parte de nuestra sociedad afectada por la gravedad del problema de la droga. Cada semana, los ministros de seguridad (tanto de Nación como de la Provincia) nos quieren asombrar o nos quieren hacer crecer sobre la cantidad de droga que incautan. Pero nadie se pregunta cómo ingresa y llega a cada punto del país, cuando que para eso ocurra se necesita de la anuencia las fuerzas de seguridad, de la política y de la corrupción.
No hay un plan estratégico ni preparado para buscar una solución, sino noticias terribles cómo ésta van a seguir sucediendo sin fin.
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