Matan a un policía cada ocho días en todo el país
En la Argentina un policía es asesinado cada ocho
días. Todavía no terminó 2012 y en nuestro país ya mataron a 39 uniformados
en distintos hechos de inseguridad.
Las tres cuartas partes de esos homicidios ocurrieron en el área
metropolitana, conformada por la Capital y el Gran Buenos Aires, donde entre
enero y las últimas horas fueron asesinados 30 uniformados. Los nueve casos
restantes ocurrieron en la provincia de Santa Fe, donde hubo tres asesinatos;
Río Negro, Tucumán, Misiones, Santiago del Estero, Chubut y Neuquén, con un caso
cada una.Además del creciente nivel de violencia registrado en los delitos, la cifra puso al descubierto el contraste entre el área metropolitana, donde se concentró el 75 % de los homicidios de policías y otras grandes ciudades, como Córdoba o Mendoza, donde, durante este año, no fue asesinado ningún uniformado.
Este nivel de violencia fue el más alto de los últimos nueve años. Desde 2003 cuando fueron asesinados 62 uniformados que no mataban a tantos policías en el área metropolitana.
Por entonces, los investigadores advirtieron que la mayoría de los asesinatos ocurrieron cuando las víctimas se resistieron a que les roban sus automóviles.
A partir de ese dato, el gobierno nacional y el Poder Ejecutivo bonaerense decidieron aplicar una política de Estado conjunta para cortar el circuito de los robos de vehículos y clausuraron los desarmarderos que funcionaban en la zona de Warnes y en el Gran Buenos Aires. Así fue que al año siguiente, la cantidad de policías asesinados pasó de 62 a 20.
Otro elemento común en la mayoría de los casos registrados en el área metropolitana fue que el 90% de los asesinatos ocurrió cuando las víctimas estaban fuera de servicio. Distinta fue la situación en el resto del país, donde la mayoría de los policías fueron asesinados mientras estaban de uniforme y en horario de trabajo.
Éstos fueron los casos del suboficial Víctor Portillo y de su colega Diego Petrocci, quienes fallecieron cuando chocaron las motos en las que perseguían a delincuentes el 11 de febrero y el 20 de noviembre de este año, respectivamente. Ambos, al igual el suboficial Cristian Brian Oyola, al que mataron el 15 de noviembre pasado, se desempeñaban en la policía de Santa Fe. El último episodio tuvo una víctima colateral. El padre de Oyola falleció de un ataque al corazón cuando recibió la noticia de que habían matado a su hijo.
En la localidad de San José, en Misiones, el suboficial Ramón Lencina, casado con cuatro hijos, de 51 años, fue asesinado de una puñalada cuando intentó detener a dos delincuentes que asaltaban una ferretería. También fue asesinado mientras estaba de servicio el subcomisario Aníbal Fabián Alonso, jefe de la Unidad 75ª en Pilcaniyeu, una localidad rural situada a 100 kilómetros de San Carlos Bariloche. Al oficial de la policía de Río Negro lo mataron el 16 de abril pasado, cuando intentó requisar un camión.
Algo similar ocurrió con el oficial de la policía de Neuquén José Aigo, quien fue asesinado el 6 de marzo pasado por dos guerrilleros chilenos cuando intentó detenerlos en Junín de los Andes. Luego de matar al policía, los guerrilleros cruzaron la frontera a Chile. En ese caso, estuvo involucrado un hijo del intendente de San Martín de los Andes.
En julio, el cabo de la policía de Chubut, Nelson Godoy, fue asesinado cuando intentó impedir un asalto en una estación de servicio en Comodoro Rivadavia. El 6 de noviembre, luego de una semana de agonía murió el oficial de la policía de Tucumán, Miguel Roa. Había sido baleado en la cabeza cuando salió en defensa de una joven que era asaltada. En Santiago del Estero, el comisario Héctor Bravo fue asesinado por un subordinado suyo en un episodio cuyo móvil no fue determinado, aunque el agresor fue apresado..
http://www.lanacion.com.ar/1530150-matan-a-un-policia-cada-ocho-dias-en-todo-el-pais
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