sábado, 11 de agosto de 2012

El futuro de Casal, otra vez en duda


 El gobernador Daniel Scioli almorzará la semana próxima con su vice, Gabriel Mariotto, para definir el nombre del nuevo fiscal de Estado de la provincia de Buenos Aires.
Detrás de la conversación se esconde un dato central: de su definición depende el futuro político del ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Casal, cuyo nombre circuló en los últimos días como un serio candidato a la Fiscalía.
Scioli y su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, negaron ayer rotundamente que Casal vaya a ser designado en ese puesto, como había sido publicado por diarios locales, en las últimas horas.
Pero la versión había circulado en el marco de la siempre comentada, pero nunca concretada, posible salida de Casal del ministerio, una movida que el kirchnerismo más puro impulsa desde hace tiempo, con cuestionamientos hacia la política de seguridad provincial.
Casal aspira a ocupar este puesto desde hace años. En los últimos días, en el entorno del ministro hicieron circular la versión de que su pase a la Fiscalía estaba avanzado.
Sin embargo hay un inconveniente: su designación no tendría el aval de la Casa Rosada. En el kirchnerismo no quieren una salida jerarquizada para el ministro de Scioli que más cuestionan.
¿Casal puede salir del Ministerio de Seguridad para ocupar la Fiscalía de Estado?, preguntó ayer LA NACION a Scioli.
"Nada de eso esta contemplado", respondió el gobernador a través de sus voceros.
Pérez, se expresó en similar sentido. "No hay nada de cierto", dijo a LA NACION ante la versión que daba cuenta de que Casal iría a reemplazar al fallecido fiscal Ricardo Szelagowski.
"Casal es uno de los nombres propuestos. Pero no está definido aún", había dicho en cambio, un diputado próximo a Scioli.
El propio ministro manifestó en una reunión privada, un tiempo atrás, su deseo de ocupar el cargo que dejó vacante Szelagowski.
El reemplazo de fiscal de Estado debe resolverse en la próxima semana. "La nominación de Casal para este cargo difícilmente pasará un filtro de la Casa Rosada", dijo, más pragmático, un alto funcionario del Senado donde se deberá aprobar el pliego con el nombre finalmente propuesto por Scioli.
En las últimas horas, la pulseada por el cargo, que es vitalicio e inamovible, cobró relevancia.
También el actual fiscal adjunto, Hernán Rodolfo Gómez, aspira al cargo con la idea de continuar con la línea de trabajo mantenida durante las últimas décadas por Szelagowski.
Ayer, en la Fiscalía de Estado, había profundo malestar ante la versión del desembarco de Casal como reemplazo de Szelagowski.
Es que el cargo en disputa tradicionalmente fue consensuado con la oposición política. Szelagowski llegó con el aval del radicalismo. Este partido tampoco acompañaría la designación del actual ministro de Seguridad.
Entre tanto, ayer se sumó un nuevo nombre a la lista de posibles postulantes a la Fiscalía de Estado. Federico Scarabino, ex vicepresidente primero del Senado y virtual vicegobernador tras el accidente cerebrovascular de Alberto Balestrini, se sumó a la nómina de candidatos.
La definición del nombre del futuro defensor de los intereses patrimoniales del Estado provincial no puede demorarse. La semana próxima se cumplirá un mes desde el deceso de Szelagowski, el 18 de julio último.
Para desempeñar este puesto se requieren las mismas condiciones que para ser miembro de la Suprema Corte de Justicia: es decir, ser argentino y tener al menos diez años en la profesión de abogado o alguna magistratura.
El postulante propuesto por el Poder Ejecutivo deberá tener acuerdo del Senado otorgado en sesión pública por mayoría absoluta de sus miembros.
PINTADAS CON AMENAZAS CONTRA MAROTTO
LA PLATA.- Una pintada con amenazas de muerte contra el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, apareció anteanoche en Ensenada. "Mariotto sos boleta, volvimos AAA", decía la pintada sobre una pared de la calle 63 y diagonal 113, camino a la refinería de YPF, donde la presidenta Cristina Kirchner participó anteayer de un acto. La Triple A o Alianza Anticomunista Argentina fue un grupo parapolicial que actuó durante la década del 70 y que cometió atentados y asesinatos de militantes políticos. El gobernador Daniel Scioli repudió el hecho y lo calificó como una "penosa manifestación".
El futuro de Casal, otra vez en duda

LA  NACION.COM

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