lunes, 23 de julio de 2012

tambien a tener en cuenta!!



ESTA COMISIÓN , INFORMA QUE LAS LUCES O SIRENAS SON PARA TENER EN CUENTA, ES UN TRABAJO SOCIAL VECINAL INTERESANTE PERO, QUE NO NOS LLEVA A TENER LA SEGURIDAD QUE NECESITAMOS Y DEBEMOS TENER... SON PARCHES PALIATIVOS  PARA ALGUNOS SECTORES QUE PUEDAN TENER EL DINERO PARA GASTAR Y EL COMPROMISO SOCIAL...... NECESITAMOS QUE HAYA POLITICAS DE ESTADO !!!
Un delito en alza / Nuevos hábitos y rutinas

Luces y sirenas, contra las entraderas

Cansados por la falta de respuestas a sus demandas, son los vecinos los que buscan métodos para evitar ser víctimas de la inseguridad
La inseguridad no sólo produce miedo. El crecimiento del delito, como ocurrió en 2002 y en 2003, obliga a modificar rutinas familiares. Ya no sólo la policía se encarga de planificar medidas preventivas. Cansados de la falta de respuestas a sus demandas, los vecinos comenzaron a idear mecanismos y a cambiar sus hábitos para evitar ser víctimas de la delincuencia.
El temor de estos tiempos son las llamadas entraderas. Vecinos de la ciudad de Buenos Aires, del conurbano y del interior bonaerense están decididos a darle batalla a esta modalidad delictiva que parece no tener freno y que, este año, se cobró la vida de muchas de las víctimas de la inseguridad.
Todo parece servir para intentar evitar la delincuencia. Desde sistemas que encienden luminarias en las calles o que activan una sirena ante la presencia de gente sospechosa; la adquisición de botones antipánico, preparados para ser activados antes de ingresar los automóviles en los garajes, o hasta consejos para ser tenidos en cuenta antes de llegar a la casa son puestos en práctica en forma grupal o individual.
"La inseguridad nos obligó a cambiar nuestros hábitos, sobre todo, durante la noche", explicó a LA NACION la arquitecta María Elena Nador, de la flamante Red Vecinos en Alerta de Villa Devoto, integrada por más de 50 familias.

 
Dos botones, para la luz y para la alarma. Foto: LA NACION / Emiliano Lasalvia
Nador contó que ella y sus vecinos se vieron en la necesidad de modificar la manera de ingresar en sus casas. "Cuando estás por llegar, das varias vueltas para observar que esté todo tranquilo", agregó la vecina de Villa Devoto.
En las reuniones de la agrupación vecinal, según Nador, se habló de la necesidad de contratar un servicio de alarmas o botón antipánico para activar ante la presencia de delincuentes.
Lo que discuten los vecinos de Villa Devoto, ya lo pusieron en práctica residentes del Bajo de San Isidro, agrupados en la Asociación Vecinal de la Ribera: se trata de un sistema de iluminación y de una sirena, que es activada desde un pulsador, del tamaño de un llavero, que tiene dos botones.
Por el momento, fueron instalados tres en una cuadra como prueba piloto, en Rosales y Pedro de Mendoza. Se trata de una caja de aproximadamente 40 por 20 centímetros, que tiene dos reflectores y la alarma, que se activa con un pequeño control remoto o pulsador. Tiene un costo de 800 pesos.

 
Cada caja instalada tiene dos reflectores. Foto: LA NACION / Emiliano Lasalvia
"Si uno sale a pasear el perro o llega con su automóvil, puede activar el sistema cuando ve algo sospechoso. Cuando uno aprieta el pulsador de la iluminación, se encienden los seis reflectores instalados en la cuadra. Si uno piensa que se está ante algo muy grave, puede elegir la alternativa de la alarma, que se trata de una sirena que hace un ruido muy fuerte", sostuvo a LA NACION el secretario de la Asociación Vecinal de la Ribera, Rodrigo Seguin.
Si da resultados, se estima que el servicio será contratado por más vecinos del barrio.
Según el presidente de la agrupación, Horacio García, otras de las medidas que tomaron fue la confección del denominado Plan Alerta, que consiste en una lista con los teléfonos de todos los vecinos para estar comunicados en cualquier momento y ante cualquier eventualidad.

"PROTECCIÓN MUTUA"

"Se trata de un protección mutua. Muchas veces uno sólo conoce a un vecino de vista. Esta iniciativa nos permite estar conectados ante cualquier eventualidad", sostuvieron Seguin y García.
María Carla Policicchio vive en Lomas de Zamora. Todos los días camina entre 15 y 20 cuadras para ir y venir de su casa a sus dos negocios. "Tenemos una nueva cultura de la seguridad. Para cuidarme, me visto de forma sencilla. Antes de salir a la calle, trato de observar que todo esté en orden. Priorizo caminar por cuadras donde hay puestos de diarios abiertos o que haya tránsito. Nunca me voy de casa sin el botón antipánico, que está preparado para ser activado en caso de que me roben. Lamentablemente, la inseguridad no te deja vivir en paz. Hoy el delito condiciona tu vida", aseguró la mujer.

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