Eso tiene algo cierto. La inseguridad en la
Provincia no existe desde el gobierno de Daniel Scioli, es un problema
estructural que vive la sociedad desde mediados de la década de 1990 y en los
últimos años se puede observar una construcción mediática a partir de hechos de
inseguridad.
Pero, si uno deja de lado las noticias en los
medios de comunicación y acude directamente al relato de personas que sufrieron
en carne propia algún hecho delictivo, queda a la vista que no es una sensación:
la inseguridad es incipiente en las ciudades más pobladas de la
Provincia.
Sólo basta hacer un ejercicio: acercarse a
ciudadanos y dialogar con ellos acerca de si fueron víctimas de algún episodio
de inseguridad y el resultado será que uno se encontrará con que son muchas las
personas que fueron asaltadas, lo cual es el delito más común que existe en la
actualidad.
Analizando la situación, se puede observar que
existe un problema estructural que no sólo abarca a la falta de seguridad
propiamente dicha, sino también a la ausencia de contención social para quienes
llegan a delinquir. Siempre razonando de manera general.
También hay una situación preocupante y
tiene que ver con que en muchos casos no
se cumple con el verdadero rol de la policía. Esta institución se encuentra
atravesada por irregularidades que hacen que la efectividad no sea moneda
corriente.
El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense,
Ricardo Casal, durante toda su
gestión recibió fuertes críticas y en incontables oportunidades circularon
rumores de su alejamiento de la cartera, pero el funcionario sigue resistiendo a
dar un paso al costado, más allá de los reiterados cuestionamientos por pate de
diversos sectores.
http://www.agencianova.com/nota.asp?n=2012_6_17&id=32027&id_tiponota=4
No hay comentarios:
Publicar un comentario