“Por la inseguridad, mucha gente se turna por la noche para cuidar la casa”
Tamaña conducta social fue expuesta ayer por el concejal Fabián Olivera, tras reunirse con familias del Circuito 5, quienes “convirtieron sus viviendas en verdaderas celdas” como una manera de evitar los saqueos. “La falta de oportunidades laborales y, muchas veces, el ocio que generan los planes sociales, abren las puertas a la delincuencia en la ciudad”, advirtió el legislador comunal para fundamentar el escenario social que planteó.
“En numerosos barrios del Circuito 5 de nuestra ciudad, existe una cantidad indeterminada, pero muy importante, de familias que establecieron un sistema de turnos, nocturnos, para permanecer despiertos; se trata de una forma de plantearle pelea a la ola de robos que vive esa y muchas otras partes de la capital provincial”. La revelación presentada por el legislador del Frente Amplio Formoseño viene a marcar un nuevo capítulo en el compendio de denuncias que sobre la inseguridad viene marcando hace muchos meses.
“En numerosos barrios del Circuito 5 de nuestra ciudad, existe una cantidad indeterminada, pero muy importante, de familias que establecieron un sistema de turnos, nocturnos, para permanecer despiertos; se trata de una forma de plantearle pelea a la ola de robos que vive esa y muchas otras partes de la capital provincial”. La revelación presentada por el legislador del Frente Amplio Formoseño viene a marcar un nuevo capítulo en el compendio de denuncias que sobre la inseguridad viene marcando hace muchos meses.
“Uno o más miembros del grupo duerme hasta las 2 o 3 de la mañana, hasta que es reemplazado por otro, permitiendo a quienes hicieron el turno previo ir a dormir. Así funciona este método que, según, las personas con las que hablo permite que los dueños de lo ajeno se percaten que hay gente despierta en el interior de la casa con lo que no es el mejor escenario para intentar a entrar a robar”, especificó.
“En esa misma línea, las viviendas lucen completamente enrejadas, con sus moradores convertidos en una especie de prisioneros vip, dentro de sus propios hogares; pero aún así, en muchos casos, este formato de seguridad continúa siendo insuficiente”, aseguró.
Para Olivera se trata de una nueva conducta, surgida espontáneamente, establecida por sectores sociales que “no encuentran respuestas en los organismos públicos establecidos constitucionalmente, como la Policía o la propia Municipalidad cuya ausencia se manifiesta en otros aspectos para facilitar la delincuencia”.
“Meto en esto al Municipio, porque si el delincuente se pasea por el barrio, donde el alumbrado público no existe o está deteriorado, los espacios verdes lucen abandonados con pastizales cubriéndolo todo y el estado general de las calles da cuenta de la misma desidia, sin dudas que ese hombre encuentra un terreno adecuado para sus andanzas”, razonó.
Planes sociales
“Las respuestas que encuentro para comprender este marco social me llevan, inevitablemente, a un sólo razonamiento: el aumento del ocio como consecuencia de la ausencia de oportunidades laborales”, sorprendió.
“Fíjese que los miles de planes sociales lanzados por el Gobierno nacional apuntan, principalmente, a las mujeres, sus hijos y los abuelos; los hombres tienen en todo esto una escasísima participación. De todos modos, los subsidios si bien contribuyen en la canasta de alimentos, por su formato prácticamente no impiden el ocio, la desocupación, la inactividad. Con esto lo que quiero destacar es que los planes sociales sirven a los fines políticos de quien lo financia, pero su aporte en la proyección familiar es insignificante”, reflexionó.
“Cuando se dice que el trabajo dignifica, se abre una enorme puerta que exhibe un interior donde los ingresos por el esfuerzo constituye sólo una de las patas de todo el asunto; lo demás es el sentirse útil, ser reconocido, formar parte de un grupo de trabajo, de una organización de trabajo…. Todo esto, lamentablemente, no aparece en una familia que posee un plan social”, abundó Olivera.
“Las autoridades deben entender que lo que está ocurriendo con la inseguridad marca claramente que la política en la materia es ineficiente, por lo que hay que modificarla o, la lectura que se hace es una distinta a la que como concejal vislumbro, como resultado de mis permanentes encuentros con vecinos de toda la ciudad”, planteó finalmente.
“En esa misma línea, las viviendas lucen completamente enrejadas, con sus moradores convertidos en una especie de prisioneros vip, dentro de sus propios hogares; pero aún así, en muchos casos, este formato de seguridad continúa siendo insuficiente”, aseguró.
Para Olivera se trata de una nueva conducta, surgida espontáneamente, establecida por sectores sociales que “no encuentran respuestas en los organismos públicos establecidos constitucionalmente, como la Policía o la propia Municipalidad cuya ausencia se manifiesta en otros aspectos para facilitar la delincuencia”.
“Meto en esto al Municipio, porque si el delincuente se pasea por el barrio, donde el alumbrado público no existe o está deteriorado, los espacios verdes lucen abandonados con pastizales cubriéndolo todo y el estado general de las calles da cuenta de la misma desidia, sin dudas que ese hombre encuentra un terreno adecuado para sus andanzas”, razonó.
Planes sociales
“Las respuestas que encuentro para comprender este marco social me llevan, inevitablemente, a un sólo razonamiento: el aumento del ocio como consecuencia de la ausencia de oportunidades laborales”, sorprendió.
“Fíjese que los miles de planes sociales lanzados por el Gobierno nacional apuntan, principalmente, a las mujeres, sus hijos y los abuelos; los hombres tienen en todo esto una escasísima participación. De todos modos, los subsidios si bien contribuyen en la canasta de alimentos, por su formato prácticamente no impiden el ocio, la desocupación, la inactividad. Con esto lo que quiero destacar es que los planes sociales sirven a los fines políticos de quien lo financia, pero su aporte en la proyección familiar es insignificante”, reflexionó.
“Cuando se dice que el trabajo dignifica, se abre una enorme puerta que exhibe un interior donde los ingresos por el esfuerzo constituye sólo una de las patas de todo el asunto; lo demás es el sentirse útil, ser reconocido, formar parte de un grupo de trabajo, de una organización de trabajo…. Todo esto, lamentablemente, no aparece en una familia que posee un plan social”, abundó Olivera.
“Las autoridades deben entender que lo que está ocurriendo con la inseguridad marca claramente que la política en la materia es ineficiente, por lo que hay que modificarla o, la lectura que se hace es una distinta a la que como concejal vislumbro, como resultado de mis permanentes encuentros con vecinos de toda la ciudad”, planteó finalmente.
http://www.elcomercial.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=142298:olivera-por-la-inseguridad-mucha-gente-se-turna-por-la-noche-para-cuidar-la-casa&catid=9:edicion-digital&Itemid=65
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