lunes, 3 de marzo de 2014

DE LO QUE NO HABLAN LOS GOBERNANTES!!!!

Inseguridad: impacto profundo

En momentos en que la ola de inseguridad no da tregua, el gobierno nacional está retirando los gendarmes de las zonas más calientes de la Provincia.  El gobierno provincial tuvo que salir a apagar el incendio, destinando agentes del Operativo Sol

La inseguridad es, junto con la inflación, el principal problema que aqueja a la ciudadanía. Se trata de dos problemas que están encadenados: la pérdida del poder adquisitivo genera más pobres y el crecimiento de la conflictividad social provoca más delitos.
En este contexto por demás delicado, en momentos en que en la Provincia muere una persona cada dos días en un hecho vinculado con la inseguridad (ver página 4), el gobierno K no tuvo mejor idea que echar más nafta al fuego. Dispuso el retiro de 6000 gendarmes, que patrullan y realizan tareas de prevención en las zonas más calientes del Conurbano y en distintas ciudades de la Provincia como La Plata. Para nuestra ciudad, el gobierno nacional había destinado 200 gendarmes que, a partir de la resolución de ayer, serán asignados a otros destinos. 
No fueron pocas las lecturas que se hicieron respecto a que esta medida tendría un trasfondo político: se buscaría esmerilar el proyecto presidencialista de Scioli dado que el kirchnerismo de paladar negro no lo acepta como candidato.
Ante esta situación, el mandatario provincial no tuvo otra alternativa que recoger el guante y afirmó que los efectivos afectados al Operativo Sol "sustituirán" a los miembros de Gendarmería. En ese sentido, remarcó que están intensificando "la prevención a partir de la convocatoria de policías en las escuelas descentralizadas". En otras palabras, la intención es que en el corto y mediano plazo se terminen de reemplazar los gendarmes, y se refuerce la seguridad, con los cadetes que egresarán de las escuela de formación policial 
El anuncio fue realizado por el gobernador horas después de que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, comunicara el retiro de las fuerzas de Gendarmería Nacional del territorio bonaerense. La semana próxima tanto el gobierno K como la Provincia mantendrían un encuentro para tratar el tema.
“Han vuelto todos los integrantes del Operativo Sol para ir sustituyendo a los miembros de Gendarmería", remarcó el gobernador.  
Por su parte, el ministro de Seguridad, Alejandro Granados afirmó que "es preocupante la situación de la seguridad en la Provincia". Y consideró que "el déficit más importante" es la "falta" de personal en el área. "Estoy preocupado y dedicado el día entero a buscar soluciones", remarcó.
Un bocón que justifica lo injustificable
Fiel a su estilo, Capitanich intentó justificar el retiro de los gendarmes de la Provincia apelando a explicaciones muy poco convincentes y excusas infantiles. En ese sentido, afirmó: "El acuerdo inicial fue el fortalecimiento institucional en el ámbito del Conurbano bonaerense en tanto y en cuanto la Policía provincial incorporaba nuevos agentes con el tiempo necesario del proceso de formación correspondiente. Estableceremos las condiciones para que se cumplan los objetivos de las partes”, indicó en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada.
Agregó: “nosotros consideramos que la coordinación de las acciones en forma conjunta entre el Estado nacional y la provincia de Buenos Aires debe inexorablemente cumplir las bases de este acuerdo: esto es que la formación de los agentes y su incorporación gradual obviamente sustituya la presencia de gendarmería nacional en el ámbito del conurbano bonaerense”.
Como se recordará, el envío de numerosos gendarmes se dispuso el año pasado, en plena campaña electoral, como un intento de hacer creer que el gobierno nacional se ocupaba de la problemática de la inseguridad. Los comicios ya se realizaron, el oficialismo recibió un duro cachetazo y el flagelo de la inseguridad, ante la crisis económica que se registra en el país, no hizo más que incrementarse. En ese contexto, en momentos en que toda la ciudadanía reclama una mayor presencia de las fuerzas seguridad en las calles, pedido que es compartido por los intendentes que ven como este flagelo esta fuera de control, la administración K emprende el camino contrario. En función de sus oscuros intereses políticos, poco le importa dejar indefensa a la ciudadanía.
Un programa que queda en la nada
El desembarco de gendarmes en el Conurbano empezó hace 10 años en el barrio Ejército de los Andes, conocido como “Fuerte Apache”, en el partido de Tres de Febrero. Se extendió a la villa La Cava, de San Isidro y a otros grandes asentamientos. Pero después se fue ampliando a decenas de barrios del GBA y también de otras localidades de la Provincia. Así, pasaron de 1.200 efectivos a casi 3.500 hacia mediados del año pasado. Y a 6.000 luego del tropiezo electoral, acompañados por aporte logístico de patrulleros, camionetas y camiones que recorrían zonas periféricas, rutas y accesos a localidades pobladas de los tres cordones urbanos que se dibujan en torno a la avenida General Paz. Los responsables de la fuerza montaron bases permanentes en La Matanza, Quilmes y Ezeiza. También participaron en destacamentos móviles en Esteban Echeverría y Campo de Mayo (San Miguel).
Ahora están en retirada. De a poco, los vecinos advierten cada vez menos presencia en las calles, aún más allá de lo que les digan “para afuera” los intendentes. 
inseguridad gendarmes

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