martes, 2 de julio de 2013

La seguridad somos todos o no hay seguridad!!!!

SOMOS TODOS Y LA HACEMOS ENTRE TODOS!!!


La inseguridad se ha convertido en el primer problema argentino. Su dimensión conocida como flagelo social en el continente y en el mundo, no consuela a una comunidad que, debe reconocer, ha perdido parte de su espíritu solidario.

En verdad, el reclamo de protección encierra un anhelo mayor: la reconstrucción de la sociedad y del estado, con estructuras nuevas y eficaces, representativas del consenso general por volver a ser una comunidad organizada. Cuando esto ocurra, no sólo habrá seguridad física y jurídica como centro de la vida civilizada, sino también equidad y armonía en todos los aspectos de la actividad del país.

La seguridad, así concebida, es el tema político por excelencia, ya que en el desorden muere la política y nace el enfrentamiento, no importa cuanto tiempo incube, que siempre será corto, como lo demuestra la violencia desbordada en varias naciones hermanas de nuestra América. El narcoterrorismo, el tráfico de armas, la feudalización armada de regiones enteras, en un marco de negligencia y corrupción., están demasiado próximas en la información y en la vivencia, como para no prevenir un futuro indeseado por la gran mayoría de un pueblo noble.

Este debe ser el debate público, pues la transformación económica no ha sido acompañada aún por la transformación humana e institucional compatible a un sistema de justicia social. Por el contrario, la zona de tierra arrasada entre lo económico y lo social, hace proliferar la "violencia estructural" de la exclusión, el desarraigo y la miseria, potenciando viejas y nuevas formas de agresión y delincuencia. El problema es complejo y exije un esfuerzo conjunto:

Del gobierno y su voluntad de hacer, aplicando recursos humanos de reserva.

Del estado y sus instituciones, en términos de reforma conceptual y técnica de la seguridad.

Del ciudadano, la sociedad y sus organizaciones, en cuanto decisión de participar activamente en las soluciones y las propuestas.

En la parte específica, los encargados de ejercer autoridad para la protección de la comunidad, tienen que demostrar calidad personal e idoneidad profesional. Virtudes opuestas a tan lamentable y frecuentes casos de oportunismo, improvisación y sencionalismo de prensa. Simultáneamente, hay que fomentar y promover diversos modos de asociación civil, vecinal y barrial; capaces de concertar tareas auxiliares de seguridad y realizar el control ciudadano correspondiente.

Porque, ante el carácter de la crisis: seguridad somos todos o no hay seguridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario