martes, 4 de diciembre de 2012

LAINSEGURIDAD ESE....NEGOCIO!!

Autor  Roberto Delgado 
LA GACETA
Tucumán tiene tres modos de luchar contra la inseguridad: 1) el de la Policía (con su personal, sus cámaras de vigilancia, sus armas y equipos, su manera de trabajar); 2) el de los servicios de las agencias privadas, comandadas por ex comisarios; y 3) el de los vecinos que se unieron para poner alarmas, plan que tiene un correlato en el programa que les ofrecen a las familias en los barrios el legislador oficialista (pero casi enfrentado al Gobierno) Gerónimo Vargas Aignasse y el concejal Esteban Dumit. 

¿Alcanza esto para que vivamos en una sociedad segura? Pregunta de difícil respuesta, porque no hay estadísticas concretas que nos den una idea precisa, para no depender sólo de la percepción. Por caso, la semana que pasó fue una de las más terribles del año -hubo cinco asesinatos- pero el Gobierno y la Policía hicieron los actos por la semana de la fuerza de seguridad y no hubo preocupación por índices delictivos o anuncios de cambios sustanciales o por mejoras en el funcionamiento policial, excepto la entrega de equipos por 450.000 pesos para Logística, Comando Radioeléctrico, Asesoría Letrada, Bomberos y Delitos Rurales. Entrega sin ningún tipo de comentarios. 

Lo que está claro es que en los últimos 15 años se ha duplicado el número de policías -pasaron de 4.000 a 8.000- y se ha gastado más en equipos -se compraron autos, motos y armas, pero por sobre todas las cosas se puso en marcha un plan con cámaras filmadoras para vigilancia callejera-. El resultado no es que se preciba una sociedad más segura. Ha aumentado la violencia en los ataques -lo reconocen funcionarios y comisarios- y los empresarios, los comerciantes y las instituciones requieren cada vez más servicios de vigilancia pagados (llamados "adicionales") a la misma fuerza estatal. Esto debería indicar que, por un lado, la sociedad es más insegura; y por otro, que la inseguridad es un negocio para comisarios y empleados de la fuerza. Negocio que ayuda a compensar problemas por reclamos salariales, que deja sin seguridad a quienes no pueden pagarla y que es una bolsa de manejos tan oscuros que permite la sospecha de prácticas corruptas. 

También cobran por brindar seguridad las agencias de vigilancia privada, que siempre se han caracterizado por prindar servicios de alarmas y respuesta rápida a las emergencias, además de la vigilancia. 

Pero a estos dos tipos "tradicionales" de seguridad se sumaron las uniones de vecinos -como la de la calle Coronel Zelaya al 400- y el sistema "Alerta Tucumán", de Vargas Aignasse, que está introduciendo una cuña en el Gobierno, porque les paga botones antipánico a las familias y ya afirma que para fin de mes tendrá 1.000 grupos familiares incorporados en distintos barrios. Dice que paga los equipos con los gastos de bloque, de lo que podría deducirse, irónicamente, que si los 49 legisladores hicieran lo mismo, en pocos meses podrían dar este sistema a 49.000 familias tucumanas. Vargas Aignasse está sacando su rédito político con la perplejidad de los jefes policiales. Lo que él está haciendo también está mostrando qué mal está distribuyéndose el dinero de los tucumanos, si un parlamentario puede usar los gastos de bloque para regalar alarmas y botones antipánico. 

¿Esto va a solucionar el problema de la inseguridad? Nadie lo pregunta, pero lo que esto está demostrando es que el esquema trazado por la Policía (que endiosa las cámaras puestas en el microcentro) sigue sin dar respuestas a la gente de los barrios (la que no puede pagar servicios de vigilancia públicos o privados) y que, con o sin los botones antipánico, está procurando darse su propia respuesta. Nadie habló de eso en la semana de la Policía. Semana en la que, repitamos, hubo cinco asesinatos en esta provincia...
http://www.lagaceta.com.ar/nota/523484/opinion/inseguridad-ese-negocio.html

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