Vivían el uno para el otro y hacía 35 años que estaban
felizmente casados. Tal vez por ello, Silvia soportó estar viva apenas
38 días desde que en un robo mataron a su esposo. Hoy, a 5 años de su suicidio, su hermano la recordó
“Sé que pasará algún tiempo para el juicio pero espero que el pueblo
no olvide, que tenga un pequeño recuerdo de nosotros, una pareja común pero que
había logrado el gran amor. Ese que se acrecienta con los años y se
basa en el respeto y admiración mutuos. CARLOS: amor mío, cuando nos
casamos dijimos 'Hasta que la muerte nos separe', pero ella tampoco
podrá hacerlo. Esperáme, esperáme, me voy con vos”, escribió en
una carta Silvia García, momentos antes de acabar con su vida.
Su esposo, Carlos E. Roveda, era el presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología y un destacado profesional, muy reconocido entre sus pares. Había escrito el manual de Oftalmología por el que aún hoy siguen estudiando los alumnos de esa carrera. El matrimonio no tenía hijos.
Hoy, a cinco años del suicidio de Silvia, Infobae entrevistó a su hermano Abelardo García, quién contó cómo un violento episodio de inseguridad -que se llevó la vida de su cuñado- destruyó a la feliz pareja.
El 5 de junio de 2005 volvían a su hogar –ubicado en Olaya 1225, en el porteño barrio de Villa Crespo– después de haber festejado un cumpleaños familiar. Eran las 21:30 y el matrimonio descendió de su auto en la entrada de su casa, pero al cerrar el portón del garaje dos delincuentes se abalanzaron sobre la mujer...
http://www.infobae.com/notas/658801-Hasta-que-la-muerte-o-un-asesino-nos-separe.html
Su esposo, Carlos E. Roveda, era el presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología y un destacado profesional, muy reconocido entre sus pares. Había escrito el manual de Oftalmología por el que aún hoy siguen estudiando los alumnos de esa carrera. El matrimonio no tenía hijos.
Hoy, a cinco años del suicidio de Silvia, Infobae entrevistó a su hermano Abelardo García, quién contó cómo un violento episodio de inseguridad -que se llevó la vida de su cuñado- destruyó a la feliz pareja.
El 5 de junio de 2005 volvían a su hogar –ubicado en Olaya 1225, en el porteño barrio de Villa Crespo– después de haber festejado un cumpleaños familiar. Eran las 21:30 y el matrimonio descendió de su auto en la entrada de su casa, pero al cerrar el portón del garaje dos delincuentes se abalanzaron sobre la mujer...
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