
Los que vivimos en la moderna sociedad ocidental no
somos del todo conscientes de lo que tenemos. Descontentos siempre, y por muchos
variados motivos, con nuestro mundo y con "el sistema", no nos damos cuenta que
estamos viviendo en esa Utopía que nuestros bisabuelos y tatarabuelos
imaginaron. El siglo XXI se parece mas de lo que queremos reconocer a esa
sociedad de fantasía e idealizada en la que aparatos voladores surcan los cielos
a velocidades supersónicas, los mares son explotados y sometidos, las ciudades
elevan torres de cristal y acero desafiando la ley de la gravedad y carreteras y
autopistas nos llevan a cualquier rincón al que queramos llegar. La revolución
informática, Internet, las autopisa de la información, la aldea global,
satélites, teléfonos móviles, impresoras láser, lavadoras, comida enlatada,
congelada y envasada. Metro, tren de alta velocidad, bomba atómica y un largo
etcétera que todos conocemos y que hace tan sólo unos cientos de años,
únicamente los libros de ciencia ficción profetizaban. La mayoría de la
población tiene comida y un hogar en el que vivir e incluso quienes no poseen
estos bienes fundamentales viven mucho mejor que los habitantes del llamado
Tercer Mundo.

Pero el lado oscuro de la utopía también es real y lo
encontramos en un estado policial vigilado, una legislación estricta, la pérdida
de poder individual, un capitalismo salvaje, una competitividad encarnizada, una
sociedad basada en el trabajo perpetuo y el consumo robotizado... Éste es, a
grandes rasgos el mundo en el que vivimos. Una sociedad que nos protege
maternalmente pero que, como una madre, nos vigila sin descanso y nos castiga
airadamente cuando cometemos el mas mínimo error. A cambio de vender nuestra
libertad, tenemos seguridad. Seguridad social, desempleo, seguros personales,
para nuestra familia, nuestro maravillloso coche y nuestra hermosa casa.
Segridad en las calles. Cerrojos, candados, cajas fuertes etc.
Pero nosotros,
los occidentales, estamos cayendo en una trampa mortal creyendo nuestras propias
mentiras. Y es que la Utopía funciona cuando sigue siendo una utopía. O sea,
cuando es algo inalcanzabe.
Los que nos gobiernan han basado todas sus
decisiones en una afirmación demencial que contradice todos los estudios
científicos serios: " El hombre es bueno por naturaleza". Eso supone inferir que
todos los males del mundo son producto de condiciones externas. Si la
violencia,
la agresividad, las diferencias raciales y sexuales, las guerras, no están en la
naturaleza del hombre, significa que le han sido impuestas por formas de vida
equivocadas o sistemas fallidos. Y así, basándose en que el hombre llega al
mundo blanco y puro, los intelectuales y políticos que deciden por nosotros,
están cayendo en un optimismo suicida que nos está llevando a desenterrar la
censura y el control estatal y policial. Vamos que, para subsanar el enorme
error que ha cometido han decidido que, si no somos buenos, nos harán buenos a
la fuerza, si es preciso.

Estoy de acuerdo y acepto que hay influencias
externas como la pobreza, la falta de educación, el alcohol o las drogas que
pueden llegar a explicar algunos de nuestros males pero todos conocemos casos en
que ninguno de esos factores se han dado cita. Entonces... ¿Qué puede explicar
la
violencia
por la
violencia?
¿Cómo se entiende la violencia por diversión? ¿Qué placer se puede encontrar en
un
acto
violento como apalizar, matar o descuartizar a un semejante? ¿Y cómo, ante
actos de este calibre, puede alguien no sentir remordimientos?
Son preguntas
de difícil respuesta... O quizá, la respuesta sea mucho mas sencilla de lo que
pensamos. Quizá la respuesta sea que el hombre, el ser humano, no es bueno por
naturaleza. Y también quizá, nos cueste responder a esas preguntas porque la
respuesta supone aceptar que cada uno de nosotros llevamos el mal en nuestra
herencia genética y que somos una bomba de relojería que en culaquier momento
puede estallar.
Como conclusión quisiera dejar el debate sobre el tapete:
¿Es el hombre bueno por naturaleza o es la natualeza del ser humano la que
debemos aprender a controlar?
Mi opinión, por si no ha quedado clara ya,
es que el hombre está parcialmente "programado" para
actitudes
y acciones violentas y, por ello, hemos inventado la sociedad.
DEBEMOS RAPIDO REVERTIR LO QUE NOS ESTÁ PASANDO Y ES FUNCION DE LOS POLITICOS DE TURNO LLEVARNOS A REALIZAR ESOS CAMBIOS!
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