viernes, 3 de agosto de 2012

GRACIAS CADENA ENTRERRIANA!!...TODOS SOMOS VICTIMAS DE LOS DELINCUENTES QUE HEMOS FORMADO....


 Los criminales buscan el dinero que cada vez más se guarda en las casas
 Sergio Salas, de 25 años, trabajaba de camillero en el hospital Posadas. Hace un mes y medio, al atardecer, llegaba a su casa en Ciudadela después de hacer las compras en un supermercado cercano del Acceso Oeste. Un delincuente armado lo sorprendió cuando bajaba las bolsas de su auto y lo obligó a entrar en la casa. Frente a su novia, el hombre se resistió y hubo un breve forcejeo que terminó cuando el asaltante lo mató de un tiro y huyó.

Asesinatos como el de Salas, producidos cuando la víctima intenta entrar en su hogar, se repitieron cada siete días en la Capital y en la provincia de Buenos Aires. A partir de un relevamiento realizado sólo entre los hechos publicados en la prensa se determinó que, en lo que va del año, 30 personas fueron asesinadas durante esta modalidad de asaltos conocida como entraderas.

Los delitos recrudecieron en los últimos meses debido a que los delincuentes saben que mucha gente retiró pesos o dólares de los bancos, y ante la falta de posibilidades de invertir en inmuebles los guardó en sus casas, algo parecido a lo que ocurrió en 2002, con el corralito.

Según explicaron varios jefes policiales consultados por LA NACION, una "entradera es el robo en el que el delincuente sorprende a la víctima en la puerta de su casa, cuando sale o llega a la vivienda y lo obliga a entrar para apoderarse de todos los objetos de valor que pueda encontrar. Generalmente, los asaltantes buscan dinero, artículos electrónicos y joyas".
"Mucha gente que tenía dólares en el banco los sacó de ahí ante el temor de que perdieran valor y, en varios casos, los pusieron en las casas, y eso los delincuentes lo saben", explicó Martha Rodríguez, vecina y presidenta de la Comisión de Seguridad de La Matanza.
A pesar que la entradera no es una modalidad delictiva nueva, desde los Ministerios de Seguridad de la Nación y de la provincia de Buenos Aires, encabezados por Nilda Garré y Ricardo Casal, respectivamente, no pudieron frenar la sucesión de homicidios ocurridos durante robos cuando alguna persona llega a su casa.
Hechos como los asesinatos de Diego Lima, Diego Rodríguez, Carlos Regis y Santiago Urbani, muertos en los últimos cuatro años, cuando los delincuentes los sorprendieron en el momento en que llegaban a sus casas, confirman que las "entraderas" que terminaban en homicidios eran poco habituales.

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