sábado, 26 de mayo de 2012


Pobreza, inseguridad y la reforma al Código Civil, ejes del Tedeum

El tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana estuvo a cargo de monseñor José María Arancedo, también presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Arancedo recordó la Revolución de Mayo como parte de las gestas que permitieron forjar la historia e identidad de Argentina como Nación.

Advirtiendo que “celebrar” es mantener viva la memoria pero asumiendo el presente como un desafío, instó a “ser conscientes de nuestras riquezas, pero también de nuestras carencias y errores que nos impiden crecer cono Nación. La humildad ayuda a crecer”, resumió. 
 
Durante el tedeum en la Catedral Metropolitana, 
Más adelante, recordó el proyecto impulsado por los obispos en vísperas del Bicentenario de la Patria -denominado “Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad”- en el que se planteaba la necesidad de aprovechar las potencialidades del país para “erradicar la pobreza” y lograr “el desarrollo integral de todos”. “Agregábamos -recordó- que el problema argentino no es sólo técnico o económico sino primariamente moral, porque se refiere a actitudes de rectitud y honestidad, como de solidaridad y justicia, que implican, necesariamente, comportamientos éticos y la capacidad de pensar en el otro.Sólo habrá logros estables, concluíamos, por el camino del diálogo y del consenso a favor del bien común, si tenemos particularmente en cuenta a nuestros hermanos más pobres y excluidos. Cuando la pobreza se queda sólo en una estrategia política, el pobre seguirá postergado”, sostuvo.

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