lunes, 26 de marzo de 2012

OPINIONES DE JOVENES.... MENDOCINOS PERO QUE REFLEJAN LA OPINIÓN DE LOS JÓVENES DE HOY


Jóvenes mendocinos se niegan a acostumbrarse a la inseguridad

En un debate convocado por Diario UNO, cinco exponentes de distintas edades charlaron sobre los hechos de violencia, el miedo, la política y el rol que desempeñan como impulsores de cambios.

invitados por Diario UNO, cinco mendocinos de 16 a 29 años y de distintos círculos se sentaron a la misma mesa para conversar sobre los hechos de inseguridad y la sensación reinante en los últimos días, después de los crímenes que situaron a la juventud en el centro de la escena.

Las edades de las víctimas llamaron la atención por sobre todo y cientos de mendocinos coparon las calles de la ciudad con marchas en reclamo de justicia, el hallazgo de culpables y castigo. En estas movilizaciones, los jóvenes estuvieron a la cabeza y se convirtieron a partir de entonces en los motores del cambio, de la lucha, del reclamo.

“Ahora están todas las casas enrejadas, han cambiado todas las costumbres en Mendoza. Cuando éramos chicos jugábamos en la siesta con la puerta abierta. Eso es producto de una sociedad que está mal, es un problema social que no se soluciona con más policía”. Así rompe el hielo Nicolás Bertoldi, estudiante de quinto año de ciencias políticas y militante de la Juventud Peronista de Capital.

Horacio Guevara (22), quien estudia contabilidad y era amigo de Matías Quiroga, retruca: “Desde la política veo siempre palabras como ‘vamos a tener más seguridad, más policías’, y no es la solución; ya se ha comprobado que no es la solución. Si ya las políticas sociales y de seguridad son ineficientes, va a ser muy difícil que se remedie. La sociedad está mal, desde el punto de vista de que todos queremos hacer algo pero nadie hace nada”.

“No esperés a que te pase a vos, metete ahora. Lo vivimos con el caso del Mati: se ha involucrado gente que ni siquiera lo conocía y la gente se ha dado cuenta de la clase de persona que era y lo que le tocó vivir de arriba”, agrega Horacio. Y es que los chicos coinciden en que involucrarse es uno de los pasos para generar un cambio.

“Es siempre lo mismo”, dice Virginia Mauri (16), estudiante de segundo año del Polimodal. “Es un caso, una marcha y de nuevo lo mismo; después, otro caso, otra marcha y así”, detalla.

http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2012/03/25/nota296606.html 

Nicolás insiste en que el problema está en la Justicia y resalta que los miembros de los poderes Ejecutivo y Legislativo “dan la cara”, mientras que “los jueces, los magistrados y los fiscales no lo hacen”.


De cerca o no
Luis Miguel, de 18 años, oriundo de Luján y quien trabaja en la radio comunitaria Cuyum, del barrio La Gloria, reconoce que la seguridad no es un tema que le preocupe y que no es un tópico recurrente cuando se junta con amigos. Sin embargo, admite que eso sería distinto si un hecho lo tocara de cerca.

“Y si no te pegó de cerca, lo escuchaste, te enterás, porque todo el mundo habla de eso”, agrega Virginia.

“Ha llegado un punto en que te supera –dice Horacio–. Es normal que venga un amigo y te diga: ‘Che, me afanaron la mochila’; ahí viene el problema social: no puede ser que robar sea normal, cotidiano. Ahí está el problema. Si no lo asumimos, va a ser muy difícil remediarlo”.

El tema está instalado entre los jóvenes, que entienden que involucrarse ayuda en algo, pero no encuentran soluciones a la vista.


¿Qué hacer?
“No alcanza con que salga el jefe de Seguridad diciendo: ‘Cambiamos algo’ –opina Horacio–. Tenés que salir a la calle y sentir que no está pasando, más allá de que salga el gobernador diciendo que puso 3.000 policías por cuadra. Hasta que no estemos sin escuchar todos los días que robaron, no vamos a decir que algo está cambiando”.

Cristian (29), quien vivió en el barrio La Gloria hasta hace poco, reconoce que “ahí la seguridad es un tema”.

“Nosotros hablamos siempre que los grandes medios nos tienen como una zona roja. Queremos mostrar la otra cara. En realidad no es un problema del barrio, sino de dos bandas, que se han desbordado mal. Lo que se tienen que preguntar es de dónde salieron las armas que están en el barrio, donde se arman tiroteos. ¿Cómo puede ser?”. Ninguno sabe a ciencia cierta qué hacer, qué podría solucionar la inseguridad.


Los derechos humanos
Los derechos humanos se instalaron en el debate sobre seguridad por declaraciones de las familias de las víctimas, y los chicos tienen mucho que decir al respecto.

“Los derechos humanos son un tema de respeto a la dignidad de todos, incluso de los delincuentes. Si a la violencia le sumamos más violencia, vamos a tener una violencia mayor, y si bajamos la edad de imputabilidad, vamos a terminar teniendo imputados de 4 años”, dice Nicolás.

Horacio le retruca: “¡Pero por qué hay tanta defensa y tanto respaldo al que cometió el delito? ¿Por qué en contra de nosotros, que queremos que se sepa la verdad nomás?”.

El debate sigue abierto, pero los chicos ya están en movimiento.

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