Se suele decir que el aumento del delito provoca aislamiento social y un abandono de los espacios públicos y que esto favorece a su vez a los robos. Sin embargo, aunque el abandono del espacio público provoque mayor inseguridad en un lugar, la evolución general de los robos no parece depender especialmente del abandono o no de los espacios públicos. La presencia de la policía puede brindar una mayor sensación de seguridad, pero no existen evidencias de que la policía por sí misma prevenga el delito. Según estudios realizados en países avanzados, los delitos evolucionan independientemente de las acciones de la policía o de la justicia. Aunque el sentido común reclame más policías y penas más duras, los factores fundamentales que explican el aumento de los delitos están fuera del alcance de la policía y de la justicia penal. La inseguridad y la violencia en Argentina corresponden a una sociedad que supo establecer altísimos niveles de desigualdad y falta de oportunidades reales, dignas, de satisfacción, de necesidades y aspiraciones. No obstante, otro problema importante es el de la corrupción y el delito instalados en las mismas instituciones del Estado (policía, justicia y política), que llegan a tejer relaciones con la delincuencia común produciendo más inseguridad. En este aspecto, la sociedad civil debería articular nuevas formas democráticas de control sobre aquellas instituciones que de alguna manera tengan que ver con su in/seguridad.
lic.Lucía Cid Ferreira
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