jueves, 23 de septiembre de 2010

 

La exclusión social es la gran usina fabricadora de delincuentes. La exclusión social a la que son expulsadas muchas personas del sistema socio-económico, motiva en éstas, sentimientos de odio, violencia y resentimiento. Su propia vida, carece de valor. Por eso tienen total desprecio por la vida de los otros, desprecio que se potencia cuando se trata de la vida de personas que tienen un “buen pasar”. Desprecio que se eleva a la enésima potencia con el consumo de alucinógenos.
Con este coctel de exclusión y droga, el resto de los mortales queda expuesto a ser victima de la violencia de estas personas.
Porque no se puede olvidar que los excluidos, son personas. Personas a las que las malas políticas gubernamentales han expulsado del sistema socio-económico. Personas a las que desde hace varios años se les inculca la cultura del ocio mediante planes sociales, con la única contraprestación de ser fieles seguidores en marchas y piquetes que fomenten los dirigentes que les brindaron tales planes.
La mayoría de estos excluidos, se radican en viviendas precarias, carecen de los servicios más elementales, agua potable, gas natural, están “enganchados” a la red del servicio eléctrico (con los consiguientes riesgos). No tienen acceso a créditos, y la falta de estudios les dificulta la obtención de empleos dignos.
Frente a ello, los gobernantes de turno dibujan las estadísticas para ocultar el constante crecimiento de los índices de pobreza e indigencia. Pero son incapaces de fomentar políticas que aumenten la demanda de ocupación de mano de obra.
http://esperanzablog.blogspot.com/2010/09/inseguridad.html

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