El Riachuelo y el cuento de las mil y una noches
Casi dos siglos de revolución industrial han dejado al mundo al borde del colapso. El calentamiento global, las catástrofes climáticas, el deterioro ecológico, ya son temas cotidianos, tanto en las agendas políticas de los gobiernos, así como en el “boca en boca” ciudadano.
Allá por 1993, cuando todavía era secretaria de Recursos Naturales, Maria Julia Alzogaray prometió limpiar el Riachuelo en mil días. Varios miles de días después, el Riachuelo continúa siendo una deuda impaga con el pueblo. Una más de las tantas promesas políticas que quedaron en el tiempo.
Sin embargo, un dato interesante es el origen de la contaminación en el Riachuelo. Por ejemplo, cabe mencionar varias fábricas y curtiembres instaladas en sus márgenes, que sin control ni tratamiento alguno, vuelcan sus contenidos directamente al agua. Ante esto, es normal preguntarse dónde están los responsables de controlar que el saneamiento de los desperdicios industriales se lleve a cabo. Ya sea por negligencia de los funcionarios encargados de llevar a efecto el control, por simple desinterés, o bien por uno que otro “billetin” dando vueltas, las soluciones siguen sin aparecer. Mucho menos las autoridades. 17 años pasaron con sus días y sus gobiernos, y todo sigue igual.
Pero la contaminación del Riachu
Allá por 1993, cuando todavía era secretaria de Recursos Naturales, Maria Julia Alzogaray prometió limpiar el Riachuelo en mil días. Varios miles de días después, el Riachuelo continúa siendo una deuda impaga con el pueblo. Una más de las tantas promesas políticas que quedaron en el tiempo.
Sin embargo, un dato interesante es el origen de la contaminación en el Riachuelo. Por ejemplo, cabe mencionar varias fábricas y curtiembres instaladas en sus márgenes, que sin control ni tratamiento alguno, vuelcan sus contenidos directamente al agua. Ante esto, es normal preguntarse dónde están los responsables de controlar que el saneamiento de los desperdicios industriales se lleve a cabo. Ya sea por negligencia de los funcionarios encargados de llevar a efecto el control, por simple desinterés, o bien por uno que otro “billetin” dando vueltas, las soluciones siguen sin aparecer. Mucho menos las autoridades. 17 años pasaron con sus días y sus gobiernos, y todo sigue igual.
Pero la contaminación del Riachu
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