Buscan bajar el delito con un plan piloto de prevención - 07/06/10
Se aplica en Cipolletti en los sectores más vulnerables. Empezó hace
tres años. Se limitó la venta de alcohol e instalaron centros deportivos,
talleres creativos y para la capacitación en oficios. Hay un organismo
multisectorial que asegura continuidad al plan.
Convencidos de que la prevención es mejor que la represión, en Cipolletti hicieron
una apuesta fuerte: desde 2007 empezaron a aplicar un plan de largo plazo destinado
a ponerle fin a la “fábrica de delincuentes” que produce la marginación . Enfocado e
n atender requerimientos, en especial de los jóvenes, el plan tiene un elemento clave:
el aval de un organismo multisectorial que ayuda a asegurar una continuidad de las
políticas, aunque cambie el signo del gobierno municipal .
Cipolletti es una ciudad del Alto Valle de Río Negro, de unos 100.000 habitantes.
Sus problemas son similares a los de otras comunidades de la región: el 48% de los
habitantes tiene menos de 25 años, lo que genera una fuerte presión en el mercado
laboral. Y de ellos, el 60% no completó estudios primarios o secundarios . Además,
un 9,3% de la población está por debajo de la línea de pobreza y un 3,1 bajo la línea
de indigencia.
Además de los crímenes que alarmaron a su población (ver Crímenes...), la ciudad
registraba una suba de arrebatos, robos y hurtos y en forma paralela aumentaba el
consumo de drogas y alcohol, lo que había generado inseguridad. Con el plan,
extraoficialmente, se dice que los robos a mano armada habrían bajado un 25%.
“Cuando llegué a la municipalidad, a fines de 2003, necesitábamos una política
de seguridad. Eso, aunque no manejábamos las fuerzas de seguridad y tampoco
había mucha experiencia sobre lo que podíamos hacer”, dijo a Clarín el intendente
Alberto Weretilneck (es del Frente Grande y está en su segundo período de gobierno).
Pero asesorados por Irvin Waller (un canadiense que pregona que la prevención es más
efectiva y barata que la represión ) y de especialistas argentinos, se empezó a trabajar.
Primero se formó un Consejo de Seguridad, del que participan unas 60 instituciones
intermedias de diverso tipo. Lo preside Oscar Edorna, representante de la Cámara
de Expendedores de Combustibles. La principal función del Consejo pasa por conectar
a los organismos de prevención y represión del delito y ser el puente entre esos sectores
y los organismos oficiales .
También la municipalidad instaló una central de emergencias (atiende 1.300 denuncias
mensuales, el 70 % relacionadas con seguridad) y están haciendo un mapa del delito
, para ayudar a la Policía a fijar políticas de prevención . Y se instalará una escuela de
cadetes, para capacitar a la Policía.
Con el tema alcohol, se limitó encareciendo los derechos de venta. El canon anual por
venta de alcohol equivale a 10 tasas de comercio . Se tiene que pagar de una vez y al
contado. Una despensa de barrio paga $60 por mes. El canon es de $600. Un supermercado
paga mensualmente por tasa municipal entre $1.500 y $1.800 (depende de su superficie).
Por el canon, pagan entre $15.000 y $18.000. Antes había 650 comercios habilitados para
vender productos alimenticios. Ahora, para vender bebidas alcohólicas, hay 287. La venta
tiene horario restringido: de 10 a 24, salvo en confiterías, restaurantes, pubs, discos (cierran
a las 6 de la mañana) y las multas son fuertes (arrancan en los $3.000 y llegan hasta la clausura).
En Cipolletti, como en Neuquén y otras ciudades de la zona, el problema, sobre todo con la
cerveza, es que se vende clandestinamente en casas particulares . Eso está resultando
difícil de manejar. Por eso están buscando cómo controlar a los distribuidores.
Para evitar el robo de motos, obligarán a los talleres a tener los papeles en regla de
todos los vehículos que reparan y a las estaciones de servicios a pedir los papeles para
cargar combustible (este tema está en discusión), más los constantes controles de tránsito
con ese mismo fin. En en el año, se secuestraron 242 motos. Este control se dispuso tras
los crímenes de dos chicos (en 2008 y 2009).
La otra parte del plan la conforman programas de contenido social, para evitar que los jóvenes
de comunidades vulnerables elijan el camino del delito.
Se construyeron playones deportivos en todos los barrios con un programa que incluye a
7.000 chicos; en el programa “Cultura para todos” funcionan 97 talleres de cerámicas,
música y danzas. Existe otro, “Aprender y Emprender”, destinado a mujeres jóvenes y
el de capacitación de oficios.
Otros están directamente dirigidos a lo que se considera población en riesgo, como el de
Comunidades Vulnerables para jóvenes de 14 a 21 años; el de Adolescencia Saludable
para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual y el Servicio de Violencia
Familiar y Domiciliaria.
Clarín
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