La ola de inseguridad en la provincia de Buenos Aires se ha transformado en una cuestión de estado, ya la policía no sabe que hacer para frenar los delitos, y la delincuencia crece a pasos agigantados.
En Mataderos la gente comenzó a poner cadenas a los automóviles que quedan en la calle, además de conectarles alarmas para que no se los roben.
En Gral. Pacheco, otro barrio del conurbano bonaerense, esta mañana; un grupo comando de 5 delincuentes acaba de asaltar una sucursal del Banco Río, lo sorprendente de esta noticia es que el Banco esta ubicado a 50 metros de la comisaría del lugar.
La delincuencia le hace pito catalán a la justicia, lo más triste de esto es que esta situación no es una broma para un programa de televición; es la realidad que se vive día a día y los protagonistas de todo esto, es la misma gente que se expone a ser asesinada en las calles de la ciudad y a plena luz del día.
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