REFLEXIONES DE MIGUEL SAREDI....
 A La Matanza la conozco hace años, pero en estos ùltimos años, al estar en el Mercado Central, y conocer diariamente las vivencias, la problemàtica, los sentimientos, la lucha, la grandeza, el trabajo y tambièn sus miserias como las que atraviesan transversalmente el tejido nacional- decidì que mi futuro estaba intimamente ligado a ella.
Mi actividad de productor ganadero y abogado, mi pasado de concejal y diputado nacional por el Partido Justicialista, y finalmente mi experiencia fundando y presidiendo el Grupo Pampa Sur, la quiero volcar para el municipio màs importante del territorio nacional: La Matanza, por su historia, su pasado, y en especial por su futuro.
En su historia se vivìan las distintas etapas que pasan nuestra Naciòn : la colonizaciòn española, el virreinato, la independencia, la època de nuestros caudillos federales, el perìodos agrìcola, la modernidad con la explosiòn de poblaciòn y demogràfica con el auge de la industria nacional.
En la colonizaciòn española, si bien discutida por distintas lÃneas historiográficas, tanto Pedro de Mendoza como Juan de Garay tuvieron terribles peleas con los querandÃes, de allà el nombre del lugar, originario de esos años, por la gran cantidad de muertos.
En el virreinato con la designación de un Alcalde en éstas tierras, por su importancia en el asentamiento y defensa frente a los malones.
En la independencia, las nuevas autoridades dividieron toda esta región en dos jurisdicciones: Morón y La Matanza.
La cabecera del distrito y su nombre: San Justo, es porque el artÃfice de esa fundación fue Justo Villegas, un pionero, hombre de campo, quien soñó destinar parte de la tierra que poseÃa en la zona para asentar la cabecera del partido.
En la figura de Juan Manuel de Rosas se encuentra el espÃritu de nuestros caudillos federales.
Desarrolló, el llamado Restaurador de las Leyes, en La Matanza, sus actividades como estanciero, caudillo y guerrero.
En 1820, en sociedad con Juan N. Terreno y Luis Dorrego Rosas adquiere la estancia El Pino, ubicada en Virrey del Pino, quien era su propietario original, por ello esa localidad lleva, hasta hoy, el nombre de aquel virrey. El establecimiento fue rebautizado con el nombre de San Martin.
Además de su rol agropecuario, Rosas utilizo la estancia como comando de operaciones, y allà protagonizó episodios históricos como el acuerdo de paz con Lavalle, el acuerdo de paz con el cacique Cafulcurá, y hasta el cacique ranquel Mariano Rosas supo vivir también en la estancia del virrey.
La historia marca entonces ese gran desarrollo agrÃcola ganadero que fue original en el distrito, que a partir de 1930 le fue dando paso a una incipiente industrialización que avanzó raudamente en las décadas del 40 y del 50. Esto trajo aparejado un fenomenal crecimiento demográfico por los cientos de miles de personas que llegaban en busca de trabajo.
Con injusta y quizás la coparticipación de impuestos más baja de la Argentina –teniendo en cuenta su población-, con graves carencias en materia de salud, educación, justicia, seguridad y habitacional para cientos de miles de habitantes, La Matanza enfrenta hoy el gran desafÃo de construir una sociedad moderna, justa, solidaria, participativa y equilibrada.
La Matanza, y sus millones de habitantes, piden que se ocupen de ella, que la Patria y sus hombres, y en especial su clase dirigente, le devuelvan toda la sangre, el esfuerzo y la historia que estas tierras y sus hombres dieron por toda la Nación.
Nosotros en unidad, en equipo, en paz, con armonÃa, sin llevar a nadie por adelante, pero sin ningún compromiso con ninguna facción o sector, y especialmente con el convencimiento del amor a esta tierra y a su pueblo, estamos dispuestos a intentarlo.
Miguel Saredi
Pampa Sur
MATANZA GANA MIGUEL SAREDI
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