Castellanos - 06-Feb-10 - Opinión

ENFOQUE
Cuestión de prioridades

por Ricardo Medrano
 ricardo.g.medrano@hotmail.com

Desgraciadamente los índices de indigencia y pobreza no paran de crecer a pesar de lo que diga el INDEC y la Presidente en cada uno de sus discursos, la teoría de la redistribución de la riqueza parece estar funcionado sólo para los Kirchner y su séquito que se hace cada vez más rico en un país plagado de pobres. 

Las políticas de Estado llevadas a cabo por los actuales gobernantes suelen errar en su propósito teórico que no es otro que paliar de alguna manera el flagelo que padecen millones de argentinos aunque prosperar en su propósito práctico que no es otro que acrecentar el clientelismo del que se sirve históricamente el peronismo para ganar las elecciones. 

La mayoría de los programas sociales son llevados a cabo generalmente por las caras más amables de los gobiernos de turno, suele ser una tarea que usualmente recae en la primera dama desde que Eva Perón, dejando de lado a las damas de fomento, tomó la posta y generó el mayor aparato clientelista del que la Nación tiene memoria. 

En la provincia de Buenos Aires, la encargada de tan encomiable tarea no es otra que Karina Rabolini, la esposa del gobernador Daniel Scioli, quien como presidente de la Fundación Banco Provincia, desarrolla varias actividades, que a su criterio son necesarias para llevar algún tipo de alivio a las miles de personas que viven en dicha provincia en condiciones de indigencia. 

Entre las muchas actividades que la fundación en cuestión tiene en marcha, se encuentra una que cuando menos es llamativa, Rabolini ofrece un servicio exclusivo y fashion: peluquerías al aire libre para las mujeres, "Las chicas hacen cola, les encanta, porque más allá del corte de pelo le ponemos mucha onda", cuenta a Andrea Meggetto, el peluquero excéntrico que está al frente de la tarea junto a la colaboración de la firma Issue. 

Como no podía ser de otra manera la ex modelo manifiesta su conciencia social haciendo lo que más sabe, darle un toque estético a los pobres, bajo una consigna que podría ser algo así como "con hambre pero lindas". 

En este estrafalario cambalache que llamamos Argentina todo parece posible, por más disparatado y ridículo que parezca, nadie sabe ni sabrá cuánto cobra el peluquero ni la firma Issue por prestar tan elemental servicio, pero lo que sí sabemos que tenemos unos dirigentes que demuestran día a día tener serios problemas de prioridades, la gente necesita trabajo, seguridad y salud, lo de peinarse, es más bien secundario.