viernes, 10 de junio de 2016

SINGAPUR LE GANO A LA DELINCUENCIA Y EL NARCOTRAFICO DE ESTA FORMA QUE SE EXPLICA....QUE OPINAS?

Este articulo se refiere a la estrategia utilizada en Singapur contra la delincuencia,  resulta de interés por la forma en que se dice se controló la delincuencia. ¿Tú qué opinas?  Se vive mejor que en Suiza.singapuR 2En Singapur se gobierna en general con mano de dura. Hace 10 años había 500.000 presos, en seis meses, hoy sólo quedaban 50. Todos los criminales confesos y probados fueron fusilados. Toda figura pública corrupta (políticos, policías, militares, etc.) fueron fusilados (con pruebas solidas que los involucraba).
Los empresarios ladrones fueron fusilados o huyeron rápidamente del país. Los drogadictos que dormían en las calles huyeron del país  vía Malasia so pena de trabajos forzados o serían fusilados.  El mensaje del gobierno del PAP (partido del pueblo) en todos los medios advertía que el país tenía un cáncer y la única solución era extirparlo.
La familia en cuyo seno había familiares extirpados, se entendía como peligro para la nación y se les controlaban.  Después de haber realizado la limpieza en el país, se reorganizó el sistema político, judicial y penal y se convocó a elecciones. El primer ministro se postuló como candidato a la presidencia y ganó las elecciones con casi el 100% de los votos.>
Hoy Singapur es uno de los países más seguros y desarrollados para vivir. Es más seguro que Estados Unidos, Gran Bretaña, Saudí Arabia, España o Israel.
Al aterrizar en Singapur, el documento de desembarque tiene una leyenda en letra roja bastante grande y una explicación sobre la pena de muerte vigente en el país por posesión de drogas. Con cero tolerancias, el poseedor de droga es fusilado o condenado a cadena perpetua con trabajos forzados.
Un surfista brasileño ingreso a Singapur con una tabla de surf llena de cocaína. Obviamente encontró su propia muerte. La madre del traficante apareció en la televisión brasileña pidiendo al presidente Lula que intercediera por su hijo pero no tuvo éxito. Ni la madre, ni Lula, ni las protestas de los derechos humanos  impidieron la ejecución de la ley.
En los hoteles,  hay una “Guías de la Ciudad”, etc., es  una página que explica que la policía de Singapur garantiza la integridad física de cualquier mujer durante 24 horas al día, pues anteriormente, en Singapur, se vivía sin ley ni orden, y las mujeres solas eran violadas o asesinadas con frecuencia. Pero ahora eso se acabo. Está prohibido mascar chicle  porque después se lanza a las aceras de la ciudad.  No es posible distribuir volantes por las calles; solamente pueden colgarse dentro de las tiendas, y no se pueden entregar a los clientes, pues resulta en una multa muy cara, así no ensucian las calles.
En el 2010 la secretaria de un amigo local que estaba haciendo un trabajo allí, fue perseguida por la policía desde su casa hasta el trabajo. Cuando llegó, la policía le indico que se detuviera. Uno de los policías llegó a la ventana de su coche y le dijo: “Como usted sabe señora, estamos haciendo una campaña de civismo en el tránsito. Los infractores reciben una multa y damos bonificaciones a los que se conducen correctamente. Durante todo el trayecto la señora no cometió ninguna infracción”. El policía la felicitó y entrego un cheque equivalente US$ 78 y pidió a la señora que firmara el recibo. Esto puede ser una solución para muchos países envuelto en drogas y violencia… ¿tendremos el valor de hacerlo probar en nuestros países? ¿Qué opina Ud. de estas medidas?

jueves, 9 de junio de 2016

porque hay profugos en argentina y NADIE LOS BUSCA?

Sus nombres y apellidos, sus fotografías y el motivo por el que se los busca deberían estar registrados en todas las fuerzas de seguridad, porque cometieron delitos -en algunos casos muy graves- y deben responder por ellos.
Para la Justicia son prófugos y tienen pedido de captura; sin embargo sus rostros no están exhibidos en las Comisarías y menos aún en las terminales de ómnibus, en los hospitales o en los tantos pasos fronterizos con Brasil y Paraguay.
En Misiones, el delincuente prófugo no se siente perseguido y menos aún el que tiene influencias o medios económicos como para mantenerse en la clandestinidad durante el tiempo que desee, detalle que deja al descubierto la falta de capacidad policial y en cierto grado, hasta la complicidad.
Las pruebas están a la vista en casos como el del contador Eduardo Kuhlmann en Oberá, y del ex intendente Alberto “Coleco” Kryvszuk en El Soberbio, sumado ahora el hijo del actual jefe comunal de la misma localidad, Ederson Pereyra, y el empresario transportista Mario Cardozo.
Todos deben rendir cuentas en la Justicia por distintos delitos, pero gozan de una total impunidad, que hasta les permite mantenerse en contacto diario con sus familias, y desde la clandestinidad siguen manejando la economía de sus empresas.
Las fuentes consultadas sobre la falta de compromiso policial en la captura de los sospechosos prófugos con pedido de captura, se apoyaron en la falta de un área específica dentro de la fuerza policial que se dedique pura y exclusivamente a esa tarea. 
Consideran que la única forma de encontrar efectividad en la captura o búsqueda de delincuentes prófugos es dedicarse exclusivamente a ello, pero hay una vorágine de trabajo que, a sus criterios, impide hacer más de lo que se hace.
Ejemplificó que siempre tienen efectivos comisionados para casos concretos, y esos policías son quienes deben rastrear al sospechoso, pero con el correr del tiempo se ven impedidos de seguir buscándolo porque son afectados a una nueva investigación.
Por eso cada tanto aparecen casos donde el destino les juega una mala pasada a los delincuentes y caen por errores propios. Tal el caso de Gabriel Leal, buscado por homicidio durante una década y que cayó por cometer una infracción de tránsito en España, o de Samuel Martínez (27), atrapado en Buenos Aires cuatro años después de haber presuntamente asesinado a puñaladas a su pareja en Aristóbulo del Valle.

Ofrecer recompensas
En ese contexto y ante el hartazgo social debido a la falta de respuestas, también consideraron que hay imputados que tienen estrechos vínculos con áreas del Gobierno, de la Policía o incluso en el ámbito judicial, por lo que existe un alto nivel de filtración de información (ver “Ederson...”).
Para la mayoría, la solución es poner a los mejores e incorrompibles policías tras los pasos de los prófugos, en tanto que otros consideran que un mecanismo para lograr la pronta captura de estas personas es ofrecer una recompensa.
“Se debería establecer un precio por ellos y tal vez la ayuda de la sociedad civil podría, de alguna manera, hacer viable su detención”, consideró una alta fuente policial, quien agregó que como paso inicial, “hay que publicar sus rostros; la gente debe conocerlos para informar sobre su posible escondite”.
La realidad actual dista en un todo al antiguo lejano oeste del que tanto hablaban las películas de cowboy: no hay cazarrecompensas y nadie busca a los prófugos, o mejor dicho sí, los buscan, pero durante los primeros días, y después otros hechos van sepultando las acciones.


En Argentina hay 105.249 prófugosSegún los últimos datos disponibles en cuanto al número de las personas prófugas que hay en el país, según el Registro Nacional de Reincidencia y Estadística Criminal y Carcelaria que depende del Ministerio de Justicia de la Nación, hasta agosto del año pasado los pedidos de captura vigentes alcanzaban a un total de 105.249 personas.
Dentro de esa cifra de pedidos de captura, se incluyen, además, casos de personas que, sin estar imputadas, no asistieron a declarar como testigos, pedidos de detención que no se cerraron o personas a las que nunca les llegó la notificación para presentarse a declarar a su domicilio real o actual y figuran como prófugos, entre otras situaciones.
Desde el organismo aclararon que una persona prófuga es aquella que se profugó de la Justicia, que estando presa se fugó de la cárcel o que salió con algún tipo de permiso transitoria y no volvió. Pero también puede ser considerado prófugo alguien que es sospechoso de algún delito y que se haya escondido o no se presente a prestar indagatoria.
La cifra de prófugos casi duplica a la cantidad de presos en todas las cárceles, que hasta la misma fecha era de 62.263 personas, según el informe publicado por el Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNEEP).
http://www.elterritorio.com.ar/nota4.aspx?c=5258984478579116

vuelven los secuestros expres con intensidad en LA ARGENTINA

LA INSEGURIDAD PREOCUPA A LOS ARGENTINOS

La inseguridad es la segunda mayor preocupación de los argentinos, sólo superada por la inflación. Según un sondeo del Grupo de Opinión Pública (GOP), el 55,3% de los argentinos mencionó a la delincuencia como un problema que el gobierno de Mauricio Macri debe resolver. El índice ha bajado drásticamente con respecto al pico que alcanzó en junio de 2015, cuando rozó el 82%. Sin embargo, la percepción de riesgo social es aún alta: el 80,1% de los encuestados considera que la inseguridad pueda crecer durante los próximos meses.


Con la crisis vuelven los secuestros exprés en Argentina

Son casos al voleo que duran unas pocas horas y cobran rescates muy bajos

Un niño de 10 años, un notario jubilado, un joven comerciante y hasta un diputado del Parlasur y su esposa, también legisladora. Los casos de secuestros extorsivos se suceden en Argentina, tanto que se han encendido las alarmas entre los responsables de evitarlos. Las estadísticas justifican la preocupación oficial: 104 casos desde enero, a un promedio de uno cada 29 horas. La cifra podría ser aún mayor porque, como admite el Gobierno, no todos se denuncian.La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha negado sin embargo que el país se encuentre ante “una ola de secuestros”, y ha dicho que los registrados durante las últimas semanas “son casos en los que en dos minutos, en cualquier esquina, se levanta a una persona y se hace una transacción de auto a auto". “La policía está llegando a los núcleos donde se están cometiendo estos delitos y frenará esta cantidad que ha habido”, prometió.
Los secuestros extorsivos no son un fenómeno nuevo en Argentina y tiene sus propias particularidades. En la jerga policial se los llama exprés: son al voleo, carecen de inteligencia previa y se resuelven en unas pocas horas tras el pago de pequeñas sumas de dinero. El riesgo para los delincuentes es bajo y la mayoría de las veces la policía se entera cuándo la familia de la víctima ya lleva muy avanzadas las negociaciones para el rescate.
Los secuestros exprés alcanzaron su pico de popularidad tras la crisis económica de 2001, cuando el dinero escaseaba y lo poco que había en la calle se guardaba en casa y no en los bancos, por ese entonces afectados por una profunda crisis de confianza. El fenómeno se ha reactivado ahora en la ciudad de Buenos Aires y los partidos de la provincia que forman el conurbano de la capital. Es allí donde vive el 40% de la población de Argentina y los problemas con la seguridad han sido siempre complejos de enfrentar.
El jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, Pablo Bressi, coincidió con la ministra Bullrich en quitar dramatismo a la situación. "No hay una problemática que se pueda definir como una ola de secuestros. No hay un parámetro de bandas organizadas para hacer secuestros, sino hechos al voleo”, dijo el funcionario, quien incluso habló de una disminución del 25% con respecto al año 2015. “Además se resolvieron más casos”, agregó. Las autoridades insisten en que el problema es cíclico y que ahora se ha reactivado por el interés de la prensa en darles cobertura.
Los casos, sin embargo, contradicen a los funcionarios. El secuestro que más ha conmocionado a la opinión pública ha sido el de un niño de 10 años que estuvo dos días sedado y atado a una cama en un hotel del barrio de Constitución, en el sur de la capital. La víctima pertenecía a una familia humilde, dueña de un negocio de comida que logró reunir como rescate unos 150.000 pesos (10.000 dólares). Finalmente el pago no se concretó porque los secuestradores cayeron en el momento del cobro. Más violento fue el secuestro de un comerciante de 26 años elegido al azar cuando subía a su auto en el barrio de Belgrano. El joven fue finalmente liberado sin pagar un peso, pero sus secuestradores le pegaron un tiro en una pierna antes de dejarlo ir. En Ituzaingó (oeste), un comerciante pagó 10.000 pesos (poco más de 700 dólares) por su libertad, en un secuestro que incluyó un enfrentamiento a tiros con la policía. Otro caso alcanzó las primeras planas por la dimensión de las víctimas, el diputado del Parlasur Osvaldo Mércuri y su esposa, la legisladora provincial María Elena Torres. Mércuri, un histórico dirigente del peronismo que se ha pasado al partido del presidente Mauricio Macri, el PRO, estuvo secuestrado durante unas horas, pagó 3.500 dólares de rescate y no denunció su caso a la policía hasta que se vio libre.
Un coche de la policía recorre una calle comercial de Martínez, en la periferia norte de Buenos Aires.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/05/26/argentina/1464280485_891200.html