lunes, 19 de enero de 2015

LOS ADOLESCENTES, LAS PREVIAS Y LA INSEGURIDAS!!....ESTO LO TENEMOS Y LAS FAMILIAS TAMBIEN TIENE MUCHO QUE VER....

En la noche se "naturaliza" la violencia y crece el consumo de drogas y alcohol

Así concluye un informe oficial basado en los dichos de los propios jóvenes mendocinos. Piden llamar a un “Pacto por la Noche”.

En la noche se "naturaliza" la violencia y crece el consumo de drogas y alcohol

Se toma, se toma mucho. Yo tomo dos cervezas y un litro de vino entre tres". "Tengo un amigo que en un año lo agarraron a trompadas cien veces, el vago es un vago normal pero chupaba, se ponía picudo y la ligaba". "Influye el ambiente, en otros lugares se consume mucho éxtasis, mucha pastilla". "El problema no es el patovica, es entre dos flacos en un boliche y viene el patovica y cuando los saca ahí se arma".
 
"El problema es ese, el patovica caza a uno del cuello para sacarlo y ahí es cuando se arma". 

"Los documentos falsos se consiguen. Yo conozco gente que los hace. Los pibes no tienen drama, tienen todo falsificado". Estos testimonios fueron aportados por jóvenes de entre 18 y 25 años que participaron de un grupo focal realizado por miembros del Consejo Asesor de Políticas de Seguridad Pública para elaborar el informe Diversión Nocturna de jóvenes, diagnósticos y propuestas. 

El consumo de alcohol y droga, y el ejercicio "naturalizado" de la violencia son las conductas que más preocupan a los miembros del Consejo Asesor. El estudio tuvo por objetivo elaborar un diagnóstico referido a los medios y espacios de diversión nocturna de adolescentes y jóvenes y también sobre las políticas que los regulan, para poder formular propuestas que impliquen una mirada integral del problema. 

Entre las medidas alternativas sugieren realizar una suerte de Pacto por la Noche, como se hizo en Barcelona en el que vecinos, comerciantes y jóvenes acordaban normas de conducta (Ver aparte). 

La violencia
En el informe elaborado, los miembros del Consejo Asesor de Seguridad, destacan el incremento de prácticas violentas, el consumo de alcohol y drogas durante la noche por parte de los jóvenes.
 
Explican también que "en la actualidad los patrones de diversión nocturna de las grandes ciudades parecen apuntar mayormente hacia el consumo como principal medio de utilización del tiempo libre" y agregan: "En este contexto comenzaron a ser cada vez más frecuentes los hechos de violencia, los escenarios de conflictividad social y los problemas de inseguridad. Paralelamente, el predominio de los mercados fue erosionando las redes de seguridad de la salud pública y debilitando de manera paulatina las estructuras sociales de contención de la juventud". 

Desde el Consejo señalan en el informe: "Debemos hacer especial hincapié en la dificultad que existe en obtener indicadores y datos cuantitativos fiables para aproximarnos a la noche en Mendoza. La cantidad de hechos -consumo de sustancias tóxicas, riñas, etcétera- que no son denunciados nos impide trazar una radiografía certera de nuestro objeto de estudio".

Alcohol y drogas
En el informe destacan que "el consumo de drogas y alcohol y la violencia también ocurren en otros ámbitos públicos y privados, tales como la casa de particulares e incluso en las plazas y las esquinas; muchas veces los barrios de Mendoza son el escenario de disputas, peleas y hasta enfrentamientos armados entre jóvenes drogados o alcoholizados. Otra dimensión de esta realidad la representan los accidentes de tránsito que ocurren como consecuencia de la ingesta de bebidas alcohólicas durante las horas previas y posteriores al ingreso a los boliches" y agregan: "El consumo de alcohol, en dos años, pasó de un 58,7 por ciento a un 62,4 por ciento, el de marihuana aumentó del 5 a un 7,5 por ciento, la cocaína de 2,8 a un 3,2 por ciento, el éxtasis 0,7 a un 1,1 por ciento".

La previa 

En el estudio explican los miembros del Consejo Asesor que "las viviendas de familia encabezan los lugares en los que los jóvenes beben antes de salir a divertirse, a ella le siguen los restaurantes y bares y los minimarkets" y especifican que "Las bebidas que más se consumen son cerveza en primer lugar, luego fernet, vino o bebidas blancas y mezclas.

Los jóvenes no ven bien la regulación del horario de entrada a los boliches: "El problema más que la salida es la entrada porque se apuran a llegar rápido por el horario de cierre". 

Esto complica la situación porque muchos jóvenes conducen, habiendo hecho "la previa" antes de ir al boliche y señalan que "un estudio reciente revela que los jóvenes adultos entre 25 y 30 tienen una mayor tendencia a conducir luego de haber ingerido niveles de alcohol altos" No sucede lo mismo con chicos de entre 18 y 25 años, quienes tendría más claro los problemas que trae manejar alcoholizado.

Más allá de molestarse con horarios de entrada i salida a los boliches, algunos jóvenes admiten que es bueno la venta de alcohol tenga un horario definido y que se cumpla. 

La ilegalidad de los after

La salida del boliche también representa un problema para los jóvenes que salen a divertirse. "Por un lado porque muchos buscan seguir la noche. Surge así el fenómeno de los After Hour, denominándose así a los lugares de consumo de bebidas alcohólicas que permanecen abiertos durante toda la noche".
 
En el informe explican que "Este patrón se ve alentado por el actual horario de cierre de los boliches y la búsqueda de alternativas de diversión que ocurre luego de las 5:30 de la mañana. Los After Hour son bares que los fines de semana funcionan clandestinamente como boliches - en realidad están registrados por bares o locales de comidas - y en los que los jóvenes permanecen hasta las ocho de la mañana o más aún. El mayor problema que hoy representan es su ilegalidad y el hecho de no estar preparados para la actividad que realizan. Por otro lado, al igual que a la entrada, la salida masiva de los locales de diversión nocturna incrementa los hechos violentos".

Documentos truchos

Los miembros del Consejo Asesore que elaboraron el informe y entraron en contacto con los jóvenes y sus medios de divertirse durante la noche señalan que "Otra de las aristas poco visible del ingreso a los locales de diversión nocturna es la situación de los menores de 18 años quienes, por la normativa vigente, no tienen acceso a los mismos. Por un lado, a pesar de que los controles efectuados por las autoridades competentes se centran mayormente en este punto, se detectó que es habitual el uso de documentación falsa para burlar esta norma. En este sentido, algunos jóvenes entrevistados manifestaron que las credenciales adulteradas son de uso frecuente y que, incluso, existen personas que se dedican a proveerlas. A esto se suma el ingreso basado en la afinidad o grado de conocimiento que el personal de seguridad nocturna tiene con el menor en cuestión, en muchos casos de detectó que existen ingresos basados en este criterio".

El escenario que han descripto los miembros del Consejo Asesor no es alentador: drogas, violencia, alcohol, lugares ilegales que fomentan el consumo de alcohol, documentos falsificados y una gran falta de controles, hacen que muchos padres queden con miedo cuando los chicos por la noche sueltan la frase: "chau, me voy".

domingo, 18 de enero de 2015

Violencia en las redes: una “masa ocupante” imparable

DONDE TODO VALE....

La violencia en las redes sociales  se está convirtiendo en una suerte de “masa ocupante”  tumoral,  maligna, que genera  una enorme fascinación y adhesión. Está transformándose en un ritual. Y cuando la violencia se ritualiza, toma forma de institución.  Estamos frente  un magma incandescente que arrasa con lo mejor de los hombres.  La agresión, la violencia, atraen, producen un enorme magnetismo. La crueldad convoca: para muchas personas representa un campo de disfrute casi erótico consumir o sembrar la denigración del otro, la descalificación, el maltrato. Ustedes fíjense,  por ejemplo, en Twitter: lo que más hace traccionar esa red son las contiendas entre personajes, los insultos  o  cualquier cosa en donde haya una dosis de crueldad y desprecio hacia algún otro.
En ese particular mundo, el virtual, en donde todos tenemos un “representante”, cualquier  situación puede gatillar  la violencia más insólita y comenzar  a reproducirse y avanzar  sobre el “tejido vivo” social: se encienden las mechas y arranca el contagio irrefrenable y más…y más y todos quieren aportar su grano de crueldad, de “actos” de envidia, de odio,  de desprecio,  sobre  “la nueva víctima”. Y  comienzan a desaparecer  todas las formas de regulación  que aporta el famoso “contrato social” del que tanto nos hablaba el amigo Jean Jacques Rousseau. Bueno,  allí en lo virtual,  en la euforia erótica del maltrato colectivo…vale todo.  Que,  ya es  -insisto- casi un ritual y eso complejiza más el asunto. Y me quedo corto con la descripción dramática de la violencia que a veces veo en ese mundo.
El anonimato, la inexistencia del otro, de todos en realidad, da piedra libre para la búsqueda de la destrucción, porque, en las fantasías de cada agresor, el fin es la eliminación de ese otro, de ese enemigo: sólo la muerte  alivia el “alma” de la persona tomada por el odio (siempre proyectivo)  pues,  eliminándolo, es que me exorcizo de mis miserias, colocadas en el otro vía mecanismo proyectivo.
El odio, aún  más la envida (que son dos pasiones)  son los sentimientos de los cuales más se alimenta esa “masa ocupante tumoral”  que está copando la parada en el mundo virtual. La envidia es el sentimiento más oscuro y parasitario y vampírico que puede experimentar el ser humano. Nos consumen hermosa energía psíquica…y no nos aportan o dejan nada…de nada…bueno, me corrijo: aportan cierta satisfacción destructiva, cierto “alivio” cuando se descargan, pero a costa en empobrecernos como seres humanos.  Destruir, atacar al otro, descalificar, da placer: ese es el punto. Por eso es tan difícil “extirpar” esa masa ocupante  de las redes…y del mundo real también.
Si la crueldad no diera algún tipo de placer a los seres humanos, el mundo sería un lugar sin violencia. Podemos tener diferencias con mucha gente, incluso tener un profundo rechazo por ciertos personajes. Pero el asunto es la cobardía de, en todo caso, elegir el mundo virtual para expresar esas diferencias y, por supuesto, el modo en como uno las expresa.
Como cualquiera  de ustedes, cierta  vez  respondí a alguna agresión, no lo cuestiono si es algo aislado y si uno no está “tomado” por el enojo (no podemos enojarnos de verdad con los agresores anónimos) pero no recomiendo hacerlo. Quien escribe, bloquea directamente, y jamás volví a responder un misil anónimo. Es gastar “pólvora en chimangos”…como dicen por ahí. Lo importante es que no nos tomemos realmente en serio todo lo que allí pasa, y que intentemos, cada día,  aportar algo positivo a las redes: la mejor manera de hacer la paz y combatir la violencia, es usarlas  para generar contenido que aporte: reflexiones, ideas, etc.
El mundo está complicado con el tema de la crueldad;  negarlo es entrar en un optimismo ridículo, baldosa en la cual, al menos yo, no me puedo parar. Pero se puede ser alguien que critica y que construye y no que reproduce la locura. Entre todos, cada día, podemos hacer un mundo mejor. Con acciones, con ayuda a otros, tratando bien, comprometiéndonos con la paz, con las buenas formas. Ese es el mejor camino.